Defensa hizo todo para ganarle a Guillermo Brown y casi lo pierde. Hasta que Piriz Alves, on fire, metió la cola al final: eléctrico 2 a 2.
Sí, un poco de Justicia. No merecía perderlo Defensa en un partido eléctrico contra Guillermo Brown de Puerto Madryn.Por lo que propuso el Negro Rodríguez: la premisa de ir para adelante jugando por abajo como estandarte. Claro que a veces queda desequilibrado el Halcón, deja espacios. Los aprovechó Guillermo Brown ayer de entrada en Varela. A los 18’ ya ganaba porque Matías Jara encaró al zurdo Benítez, desacostumbrado a la marca por la banda, enganchó hacia adentro y resolvió a puro talento clavándola en un ángulo.
El 1 a 0 no estaba en los planes de nadie. Ni siquiera del propio Guillermo Brown, que inmediatamente pasó a defender muy atrás, casi pegado a su arquero Pereyra. Por eso, y porque Matías Díaz agarró la manija de Defensa y se animó a darle al arco de afuera (una, directo al palo), llegó el 1 a 1 antes de que termine el primer tiempo. Y por la ingenuidad de Giovenale, que le hizo un penal innecesario a Píriz Alves tras un rebote larguísimo de Pereyra. Pateó el uruguayo y a cobrar.
En el segundo tiempo, fue a la carga Defensa, lo llenó de centros a Brown, tuvo el gol con Píriz (otra pelota al palo y atajada tremenda de Pereyra). Pero no podía desatar a un equipo que se cerró bien atrás y hasta tuvo un par de contras premonitorias de Tévez. Premonitorias, porque a los 39’ del segundo tiempo la tercera fue la vencida: esta vez picó el ingresado Diego Armando Giménez y la mandó a guardar. Pero no merecía perder Defensa, decíamos. Cierto es que en fútbol los méritos se miran de reojo, pero ayer el Halcón había hecho todo. El baldazo de agua fría que había sido el gol de Brown no paralizó al local, que quemó las naves en el pucho. Ahí, de arremetida (sólo así parecía factible hacerle un gol a esa muralla defensiva), Píriz Alves, otra vez, lo empató a los 45’ clavados. Y puso, al menos por ayer, un poco de Justicia.
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