Un empate que no le sirvió a ninguno. Para Quilmes significó un eslabón más de su irregularidad, ésa que no le permite meterse definitivamente en pelea grande de la B Nacional. Para Aldosivi la cosa es más complicada: no gana de local y la gente despidió al equipo con insultos y silbidos.
Mucho ruido y pocas nueces en el primer tiempo. Quilmes se asustó a los dos minutos cuando Trípodi atoró a Blanco, el rebote le cayó a Piñero Da Silva cuyo remate iba camino al gol hasta que apareció Corvalán y salvó al Cervecero en la línea.
A Quilmes le costó horrores. No pudo tomar la pelota y las veces que lo hizo, la perdió rápido. Aunque luego el equipo de Caruso cambió el chip y con un cabezazo de Diz estuvo a punto de abrir el marcador. Luego de una nueva siesta del partido, volvió la “acción” y hubo una para cada lado: un cabezazo de Villalba que sacó Trípodi contra su palo izquierdo; y un centro bárbaro de Corvalán -se cruzó toda la cancha y terminó como puntero derecho- que cacheteó justo Campodónico cuando Mansilla llegaba para definir.
El partido siguió con poco juego y muchos errores. Por esos errores, hubo un par de situaciones más; pero las desperdiciaron. Primero la de Quilmes: después de una doble pared entre Rimoldi y Caneo, el Japonés mandó el centro, pero ni Diz ni Cauteruccio ni Mansilla lo pudieron aprovechar. Luego la de Aldosivi: Carrasco le sacó la pelota a Rimoldi y quedó de cara al gol, pero no pasó nada.
El complemento fue similar al primero. Hubo un poquito más de ideas, pero continuaron las desatenciones, y la imprecisión (tanto a la hora de dar un pase como en el momento de definir). Quilmes arrancó con una actitud muy diferente a la del primero y se instaló rápidamente en el campo del local; pero en un descuido, Aldovisi metió una contra con Gigli que no fue gol de milagro (entre Trípodi y Agüero salvaron al Cervecero). Después volvió la paridad en el trámite y con ella una vez más el aburrimiento. Cuando terminó el partido, un integrante del cuerpo técnico de Aldosivi intentó pelearse con Chumba (profe de arqueros de Caruso), pero aparecieron los más fríos para separar.
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