Sin hacer locuras, sabiendo que el empate no era un mal resultado en terreno visitante, salió a entorpecer el juego. El equipo de Ricardo Caruso Lombardi optó por presionar a los rosarinos en el medio, principalmente en las bandas para que no subieran y, así, dejar aislado a Gonzalo Castillejos, el referente de área. Y le surgió efecto. Los dirigidos por Juan Antonio Pizzi nunca le encontraron la vuelta a su rival, que defendió bien y metió peligro con algunas contras. En una de esos ataques, Gonzalo Talamonti le hizo un penal a Fernando Cauterucio, pero Néstor Pitana no lo vio.
Sobre el final, Central buscó desesperadamente, a través de centros. Quilmes aguantó esos embates, sin que su vaya cayera. El planteo de Caruso dio rédito. La Academia y terminó atrapada en las redes de su adversario y, otra vez, no pudo hacerse fuerte en su estadio. Con este resultado, acumula tres partidos sin victorias, con dos empates y una derrota. Tratando de superar esta racha, en la siguiente fecha visitará a Deportivo Merlo. Por su parte, los del sur bonaerense recibirán a Patronato.
En otro partido jugado ayer, Atlético Tucumán cortó una racha de casi 5 meses sin ganar de local y recuperó la confianza al derrotar 1-0 a Deportivo Merlo. Apenas 25 segundos tardaron los tucumanos en enterrar el ciclo de Jorge Solari, quien se alejó la semana pasada, ya que en la primera llegada Federico Barrionuevo anotó el gol que inclinó la balanza a favor del equipo que esta vez fue dirigido interinamente por Angel Guerrer. Con Juan Manuel Llop, el reemplazante de Solari, sentado en las plateas, Atlético Tucumán asumió el protagonismo apenas se puso en movimiento la pelota.
Por otra parte, en Paraná, Patronato (lleva 4 partidos sin ganar) e Independiente Rivadavia de Mendoza, que ostenta un invicto de la misma cantidad de jornadas, igualaron 2-2. Los goles: Christian Fabbiani, Leopoldo Gutiérrez 82) y Mauricio Ferradas, en ese orden.
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