River Plate fue este domingo un equipo desprolijo y lleno de imprecisiones, al que no le salió nada bien y resultó sorprendido por un ordenado equipo de Atlanta, que festejó a lo grande en Liniers donde se impuso 1-0 a los millonarios. Esta vez los cambios no salvaron al equipo de Matías Almeyda de una flojísima producción, que lo dejó lleno de dudas de cara a las diez fechas decisivas que se vienen.
Sin figuras rutilantes, Atlanta fue inteligente y con una gran solidaridad y amor propio ganó su primer partido de 2012 gracias a un golazo concretado por Fernando Lorefice a los 34 minutos del primer tiempo y tomó aire en la dura lucha por mantener la categoría.
River jugó un primer tiempo para el olvido, con puntos flojos en todas sus líneas (sólo se salvó de la crítica Daniel Vega), tanto a nivel individual como colectivo. Y se fue al descanso con un panorama inesperado antes del comienzo del partido: perdiendo 1-0 tras haber desperdiciado un penal y con un hombre menos por la expulsión de Ramiro Funes Mori en el final de la etapa.
>Las imprecisiones y la falta de profundidad fueron el común denominador que tuvo un conjunto millonario lento, sin los recursos suficientes para generar juego de mitad de cancha para adelante, sobre todo porque su estratega, Alejandro Domínguez, no funcionó.
Ante este panorama, a River sólo lo podía salvar alguna aparición individual, como ocurrió a los 27 con un cabezazo del franco argentino David Trezeguet que se fue muy cerca del objetivo. Atlanta, por su parte, aguantó con sus dos líneas de cuatro y, al ver que River no tenía ideas para quebrar el cero, se fue animando de a poco a pasar a jugar en campo ajeno. Y tuvo su premio a los 34 minutos, cuando Lorefice recibió una pelota fuera del área y con un tremendo bombazo colocó la pelota sobre el ángulo superior izquierdo de Vega, para que el local se pusiera en ventaja.
Tras la apertura, la etapa siguió siendo desfavorable para el equipo de Núñez que cometió muchas fallas defensivas. Una muestra de ello se vio a los 40 minutos cuando Abel Soriano le robó la pelota a Jonatan Maidana y Vega salvó lo que hubiese sido el segundo gol bohemio.
En la réplica, el árbitro Fernando Echenique inventó un penal de Martín Quiles sobre Trezeguet, que Fernando Cavenaghi desperdició elevando su remate por encima del travesaño. Todavía quedaba algo más: ya en tiempo de descuento, Ramiro Funes Mori tuvo que bajar a Abel Soriano como último recurso y vio la tarjeta roja, dejando a su equipo con un hombre menos, cerrando así 45 minutos nefastos para el equipo de Almeyda. En el segundo tiempo Almeyda volvió a apostar por los ingresos de Martín Aguirre, Daniel Villalva y Rogelio Funes Mori, pero esta vez los cambios no le brindaron soluciones. Atlanta, atento, tuvo chances de contraataque, pero sus fallas al dar la puntada final y la gran tarea de Vega le impidieron ampliar la diferencia.
La impotencia y la impaciencia de su gente hicieron que los ataques de River sean únicamente productos de arrestos individuales. A los 38 Rogelio Funes Mori estrelló un disparo en el travesaño y dos minutos más tarde fue Abel Soriano el que impactó su disparo en el horizontal. El partido se hizo de ida y vuelta y con final abierto.
Fue un partido soñado para Atlanta, que será festejado por varios días frente a un River que estuvo muy lejos de ser un equipo con convicción de ascender.
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