Se fue de Quilmes. Ricardo Caruso Lombardi le puso punto final a su historia como técnico del Cervecero, se despidió del plantel, y por la tarde asumirá como técnico de San Lorenzo, primero dirigiendo la práctica en el Nuevo Gasómetro, y luego en una presentación formal.
"Cuesta mucho la despedida porque tenía una buena relación con el plantel de Quilmes, pero a veces uno en la vida tiene que tomar riesgos. Me estoy arriesgando a mantener en Primera a un club grande", contó Caruso en vivo por Todo Noticias.
"Les hablé tres minutos a los jugadores y me agarró un nudo en la garganta. Y les agradecí porque gracias a ellos estoy donde estoy. Yo creo que hice las cosas bien en Quilmes y no es casualidad", enfatizó el verborrágico técnico de larga trayectoria en el ascenso.
Luego, le mandó un mensaje a los hinchas: "Me duele irme de Quilmes. Me van a insultar, yo lo sé, pero esta posibilidad también le viene bien al club en lo económico. Y les dejo un equipo que es un violín, y está todo dado para jugar la Promoción o ascender. En cambio, yo me compro un quilombo".
"Anibal Fernandez me dio su plabra en su momento, y cumplió porque me vino a buscar un grande. Cuando me reuní con él me sacó una mochila de 100 kilos y me dijo `dale para adelante que es una gran oportunidad para vos'. Se portó muy bien", señaló sobre su desvinculación.
Cuando lo consultaron sobre el desafío que se le viene en los próximos tres meses, apuntó: "Dentro de dos meses voy a saber si me equivoqué o no, y sé que me juego muchas cosas. Me quedan once fechas y asumí el riesgo porque entiendo que estoy capacitado. Ya la vengo peleando desde muy abajo, y esta es una gran oportunidad para mi carrera por la edad y las ganas que tengo".
"Hay que hacer un curso acelerado de once fechas. Es muy poquito lo que queda, y van a jugar los que estén preparados. Los que no estén bien para este momento van a quedar afuera", anunció sobre el ciclo que se inicia en San Lorenzo.
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