Tigre tuvo este viernes una noche ideal, porque le ganó a Olimpo 1-0 en el Monumental de Victoria, llegó a la cima del torneo Clausura y salió, al menos temporalmente, de la zona de descenso directo.
El gol lo consiguió el capitán Martín Galmarini, a los 39 minutos del primer tiempo, aunque valiéndose de una posición adelantada que no fue advertida ni por el juez de línea Marcelo Aumente ni por el árbitro Patricio Loustau.
En la jugada siguiente fue expulsado el defensor local Mariano Eheverría, por aplicarle un empujón al delantero de los aurinegros Andrés Franzoia, tras una discusión entre ambos.
Sobre el epílogo del cotejo los sureños sufrieron la expulsión de Gabriel Díaz, por una infracción desde atrás en perjuicio de Carlos Luna.
Con este resultado, el equipo de Rodolfo Arruabarrena hasta se dio el gusto de llegar a lo más alto de la tabla de posiciones, donde alcanzó, aunque con un partido más jugado, a Boca Juniors y Newell's Old Boys, ya que tanto xeneizes como rojinegros todavía deben afrontar sus compromisos por esta undécima fecha.
Al salir Tigre, de momento, de puestos de descenso directo, quien cayó en esa posición es San Martín de San Juan, que este sábado visitará al Racing Club.
Claro que peor que los sanjuaninos está Olimpo, que carga con el promedio más raquíto de la categoría, y con una tendencia alarmante, muy difícil de solucionar.
La mayor parte del primer período se diluyó en una pelea en la mitad de la cancha en la que Tigre manejaba la pelota sin lograr profundidad y Olimpo esperaba el instante propicio para contraatacar.
Al local le estaba costando demasiando abrir el juego y rebotó una y otra vez contra la formación replegada de Olimpo, que tuvo la primera ocasión propicia a los 20 minutos en los pies de Maximiliano Laso, quien quedó de cara al gol, pero Daniel Islas frustró el remate y salvó a su valla.
Pasaban los minutos y el trámite del encuentro no variaba. Olimpo estuvo siempre más cerca de convertir, hasta que, a los 39 minutos, Galmarini consiguió meterse en el área por la derecha, haciendo una pared con Carlos Luna, y definió a la izquierda de Matías Ibáñez para marcar el 1-0.
Parecía que se le iba a facilitar el trabajo al local, pero muy pronto, a los 41, Echeverría vio la tarjeta roja directa tras un cruce con Franzoia.
Para afrontar el segundo episodio, Arruabarrena realizó el cambio de Carlos Casteglione (defensor) por Ezequiel Maggiolo (delantero) con la finalidad de equilibrar al equipo tras la salida forzada de Echeverría, un futbolista que para el Matador es clave en el fondo e inclusive en las dos área por su capacidad para el juego aéreo.
En ese segundo segmento Tigre se replegó para defender la ventaja y renunció por un lapso importante de manera casi total al ataque.
Si bien el voluntarioso Olimpo lo inquietó al anfitrión con algunos disparos aislados desde fuera del área y un par de chances originadas con pelota parada, el trabajo defensivo de los de Arrubarrena resultó eficaz, tanto que supieron disimular inclusive la inferioridad numérica.
Lo de Olimpo una vez más fue muy pobre. En su favor sólo se puede destacar un buen planteo táctico, mucho orden y esfuerzo.
A pesar de que se defendía con tenacidad, Tigre pudo haber aumentado la distancia en el tanteador a los 20 minutos, cuando Matías Escobar quedó frente a Ibáñez, pero tapó el arquero en gran intervención.
Olimpo estuvo cerca de igualar en el minuto 10, cuando el paraguayo Néstor Bareiro tiró en forma envenenada desde la puerta del área, pero el intentó pasó apenas por arriba del travesaño.
Pero como a los de Bahía Blanca el reloj y el 0-1 los obligó a asumir riesgos, al final empezaron a quedar espacios para los contraataques del Matador y en uno de ellos Gabriel Díaz bajó a Luna.
En esa escena Loustau tuvo la mala suerte de cobrar tan rápido que no se dio cuenta de que Escobar quedaba libre para establecer un potencial 2-0. Por eso cuando Escobar mandó la pelota a la red el árbitro, que ya había cortado la acción, no tuvo más remedio que invalidar la conquista.
El triunfo finalmente dejó como consecuencia la enorme satisfacción de los tigrenses y la furia en forma de reclamo masivo de los aurinegros con Loustau como destinatario.
Fue una noche ideal para Tigre, pero no así para Olimpo y Loustau.
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