Boca Juniors se recuperó de una temprana desventaja y venció como local por 2-1 a Argentinos Juniors, resultado que le permite conservar el primer puesto en el torneo Clausura.
Fue una producción sin luces del equipo de Julio César Falcioni, apenas iluminado por algunos destellos de Juan Román Riquelme, quien en dos pelotas paradas posibilitó los goles de de Juan Manuel Insaurralde y Darío Cvitanich. Pero las ideas escasearon, la circulación de pelota nunca fue fluida y la defensa se mostró vulnerable.
Argentinos, que había abierto la cuenta a los 90 segundos a través de Pablo Hernández, no tuvo ataque, no supo cómo administrar su ventaja inicial ni mucho menos como torcer el rumbo cuando quedó abajo en el marcador. Y en definitiva dejó una imagen totalmente descolorida.
El Bicho sorprendió en el comienzo. Antes de los dos minutos, Gustavo Oberman ejecutó un córner desde la derecha, Hernández anticipó a todos en el primer palo y puso el 1-0.
A partir de entonces hasta la media hora el equipo de La Paternal sostuvo el partido con mucha comodidad, ya que en ese lapso Boca sólo llegó hasta el área con pelotas paradas y la única jugada digna de mención fue un cabezazo alto de Rolando Schiavi, después de un córner de Riquelme sobre los 28.
Recién en los diez minutos finales el equipo de Falcioni aceleró su ritmo y comenzó a complicar a la visita. Avisó Cvitanich con un cabezazo que contuvo con lo justo Luis Ojeda. Fue el principio de una ráfaga xeneize, que un minuto más tarde volvió a estar cerca del empate, pero el arquero rival desvió al córner un envío del uruguayo Santiago Silva.
A los 37 lo tuvo Facundo Roncaglia, pero su cabezazo pegó en el travesaño y luego el rebote le quedó a Silva, cuya volea se fue muy alta.
A los 42 Boca armó su primera acción colectiva precisa en la que Riquelme abrió para Cvitanich, quien devolvió la pelota de la derecha hacia el medio para Walter Erviti, cuyo zurdazo se fue apenas desviado. Finalmente, a los 45 llegó el empate. Un córner de Riquelme desde la derecha fue cabeceado por Silva y Ojeda, muy tapado, dio rebote. El balón le quedó servido a Insaurralde, quien con todo el arco a su disposición empujó la pelota a la red.
Boca comenzó la segunda parte asumiendo la iniciativa ante un rival que retrocedía, pero avanzó siempre a los tropezones y brillaron por su ausencia las acciones colectivas.
Sobre los 20 Riquelme ejecutó un tiro libre casi frontal y puso la pelota justo en el lugar por donde apareció Cvitanich, quien metió un cabezazo que doblegó a Ojeda y establecxió el 2-1 final.
Dos minutos más tarde, cuando el juego se había cargado de fricciones, Nicolás Berardo metió un planchazo de atrás a Pablo Ledesma, se ganó la roja directa y dejó definitivamente sellada la suerte de su equipo.
De todos modos, Argentinos tuvo una gran oportunidad en el minuto 26 cuando el uruguayo Sebastián Balsas cabeceó sin marca un tiro libre servido por Oberman, pero lo hizo en forma desviada.
A partir de entonces las dos únicas oportunidades fueron de Boca. A los 30 un zurdazo de Ledesma se fue alto y a los 44 Silva, tras una gran maniobra colectiva, remató suave, desvió Ojeda y la pelota dio en el palo y se fue.
El equipo local no respiró tranquilo hasta el final, porque se empecinó en dividir la pelota sin necesidad, pero en definitiva ganó sin objeciones, porque fue el más ambicioso y porque se encontró con un rival demasiado liviano.
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