Independiente Rivadavia no pudo vulnerar la defensa de Patronato en el Parque y encima, perdió 1 a 0 en el último minuto adicional.
La Lepra mereció largamente la victoria, algo que no logra desde la fecha 20. Transformó a los arqueros rivales en figuras (Bértoli salió lesionado) pero igualmente se quedó con las manos vacías en el minuto 49 del segundo tiempo.
La racha negativa aumentó a 9 partidos sin victorias (3 empates y seis derrotas) y para colmo de males, acumula 5 partidos consecutivos sin goles.
Patronato no había ganado como visitante en la presente temporada y llevaba 16 partidos sin conocer el triunfo fuera de Paraná.
Siempre fue Independiente Rivadavia el que buscó el arco de enfrente. Con un esquema un tanto defensivo, el Patrón armó un cerrojo difícil de abrir y se conformaba con el empate. Ni el más optimista hincha rojinegro esperaba los 3 puntos, por cómo se dio el partido.
Morales Neumann fue el jugador que más inquietó en la primera etapa y probó dos veces, pero sin puntería.
Los Azules tocaban bien el balón y trasladaban la pelota hasta tres cuartos de cancha correctamente, pero faltaba la puntada final para abrir la defensa rival y el partido.
Las buenas intenciones quedaba en la nada porque al equipo mendocino le cuesta mucho marcar un gol (ahora suma 459 minutos sin goles, el último gol fue de Alfio Lorenzo, a Ferro, en la fecha 24). Tuvo varias aproximaciones, pero no concretó.
Ferradas fue un eje importante jugando un poco más atrás. Por eso los aplausos para todos de los hinchas tras los primeros 45 minutos.
Los visitantes tuvieron en los primeros 45 un mano a mano de Matías Quiroga y un remate de Urruti, que dio en Mosquera y luego de esto salió lesionado.
Apenas arrancó el complemento, a Javier Velázquez se la sacaron de la cabeza, el arquero Bértoli respondió ante Ferradas y Morales Neumann no pudo con el portero en un mano a mano.
En 5 minutos, la Lepra ya merecía el primero y transformaba en figura al arquero rival.
Pero el equipo de Del Bosco no liga, y se vio en ese buscapié que nadie pudo empujar al fondo de la red.
Después, los Azules bajaron el ritmo. También porque el equipo visitante "durmió" todo y se cerró aún más en defensa, aferrándose cada vez más al puntito.
A los 33 se lesionó Bértoli y entró Carlos Morel. Y cuando se iban los 90, Javier Velázquez dio una mediavuelta que pedía red dentro del área. El arquero suplente voló de manera espectacular y mandó al córner.
El 0 a 0 parecía inamovible hasta que Guerra la perdió en la mitad de la cancha. La pelota le llegó a Matías Quiroga que le dio mordido, de sobrepique... y se le coló a Taborda. Gol, sorpresa y marcha de la bronca en el Parque.
No le sale una a Independiente Rivadavia que visitará a Chacarita en la próxima fecha. Y ahí, no se puede dar más lujos: debe ganar o ganar.
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