River Plate recuperó la condición de líder de la B Nacional, al conseguir la victoria en su visita a Tucumán, donde superó a Atlético por 4 a 2, con otra actuación decisiva de David Trezeguet, autor de dos goles para los Millonarios.
El partido de la 33ra. fecha del campeonato comenzó siendo adverso para los dirigidos por Matías Almeyda, ya que antes de los 10 minutos estaba perdiendo por un gol de cabeza de Carlos Fondacaro y también eran superado en el juego por su adversario.
Pero bastó que mejoraran los rendimientos individuales de algunos jugadores para que el visitante cambiase el destino del partido y consiga una victoria tan dura como necesaria para sus aspiraciones de volver rápidamente a Primera división.
Una estupenda definición de César González; dos conquistas de Trezeguet y un zapatazo desde 45 metros de Carlos Sánchez le dieron forma a la victoria del visitante, mientras que Deivis Barone había acortado las diferencias con un cabezazo.
Los de Núñez ahora suman 65 puntos y superan la marca de Instituto, que tiene 63, y debe jugar el lunes de visitante contra Boca Unidos, en Corrientes.
Al menos hasta que jueguen los cordobeses, River se instalará en la cima y a lo sumo podrá compartir esa posición con Rosario Central (62), si es que los Canallas ganan en Mar del Plata, donde enfrentarán a Aldosivi.
Al partido no le faltaron las polémicas por algunos fallos del árbitro Alejandro Toia, que cobró un penal a favor de River cuando la pelota ya estaba fuera de los límites del campo de juego.
Además dejó sin sanción una mano de Jonatan Maidana en el área visitante y anuló un gol de Daniel Salvatierra por una posición adelantada inexistente cuando el local perdía por 2 a 1.
Más de 26.000 pesonas colmaron el estadio Monumental y hubo algunos incidentes que obligaron a Toia a interrumpir las acciones en un par de ocasiones.
Atlético sorprendió en el arranque adueñándose del balón, llevando peligro hasta el arco defendido por Daniel Vega y mostrando una saludable intención de jugar con toques cortos y precisos.
Ese mejor momento del anfritión se cristalizó en la red con el gol de Fondacaro, el ex defensor de Boca que sorprendió en el área visitante y de cabeza anotó el primer gol del partido. Esa jugada llegó después de un centro enviado por Diego Barrado, quien se había lesionado unos minutos antes pero se quedó en el campo de juego a pesar del dolor. Unos minutos después fue reemplazado por Silvio Iuvalé.
La virtud de River fue haber asimilado el impacto y poco a poco fue recomponiendo su imagen para pasar de dominado a dominador, no sólo en el juego sino también en el marcador.
El empate llegó con una notable jugada colectiva que culminó con un sutil toque de Cavenaghi para el "Maestrico" González, quien definió con un remate que se metió entre las piernas del arquero Esteban Dei Rossi.
Más tarde sobrevino el polémico penal de Barone -venía de marcar un gol en contra contra Racing, que definió el partido de la Copa Argentina- y el tanto de Trezeguet que le dio tranquilidad a los dirigidos por Almeyda.
Atlético salió a arriesgar todo en el segundo tiempo y tuvo su chance, cuando Salvatierra anotó el gol del empate. Pero la acción previa fue mal anulada por Toia y casi de inmediato llegó la definición cuando "Chori" manejó con clase una contra y dejó a Trezeguet cara a cara con Dei Rossi, jugada que terminó con una soberbia definición del delantero "millonario".
El descuento de Barone sirvió para poner algo de emoción, pero un par de minutos después llegó el zapatazo de Sánchez que le dio forma a la victoria de River, que pasó por Tucumán y festejó la victoria que le despeja el camino rumbo a su regreso a Primera división.
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