Racing Club doblegó agónicamente a Atlético Tucumán por 1-0 y se convirtió en el primer semifinalista de la Copa Argentina, instancia en la que se enfrentará al ganador del partido entre River Plate y San Lorenzo.
Cuando transcurría el último minuto del partido y parecía que había que recurrir a la definición desde el punto del penal, un grosero error del defensor uruguayo Deivis Barone, quien trató de despejar e introdujo la pelota dentro de su arco, le permitió al equipo de Luis Zubeldía situarse en la próxima fase del torneo.
Más allá de contar a la fortuna como aliada, Racing fue superior al elenco norteño en el Estadio Bicentenario de Catamarca y por su mayor ambición mereció la victoria.
Los tucumanos apostaron al contraataque y tuvieron también varias ocasiones para liquidar un partido, que parecía condenado a morir sin goles, pero Barone con su acción desafortunada evitó que fuera así.
Racing controló el juego durante la mayor parte del primer tiempo, pero en los últimos metros careció de contundencia para resolver frente al arco de Esteban Dei Rossi.
Ante un elenco tucumano que apostó al contragolpe, la Academia dispuso por más tiempo del balón, pero falló al dar la última puntada y por eso debió irse al vestuario con el marcador en blanco.
Un remate de Valentín Viola que se fue cerca del palo derecho, otro de Gabriel Hauche detenido por Dei Rossi y dos de Lucas Castro, una contenido por el arquero y otro, desde la medialuna, que al ex Gimnasia le salió muy elevado, fueron muestras del estéril dominio del conjunto de Avellaneda.
Además hubo una jugada polémica en la que el árbitro vio un offside inexistente de Hauche ("asistido" por un rival), quien definió sin problemas después del pitazo de Luis Alvarez.
Del otro lado, Atlético Tucumán tuvo menos la pelota, pero también generó tres acciones peligrosas. En la primera Sebastián Saja respondió al ganarle el mano a mano a Federico Barrionuevo y, en la segunda, ya sobre el final de la etapa, el remate cruzado del delantero se fue apenas desviado.
Y ya sobre el epílogo del primer segmento llegó la más clara de todas para los tucumanos: Barone tomó un rebote dentro del área y provocó una magnífica tapada de Saja.
Siguió siendo más Racing en la segunda mitad y a los 10 tuvo una posibilidad clara, pero cuando el colombiano Giovanni Moreno se aprestaba a fusilar a Dei Rossi, Hauche, de espaldas al colombiano, desvió el centro procedente desde el flanco izquierdo y le quitó la chance a su compañero.
Enseguida casi se pone en ventaja el Decano, cuando Saja dejó pasar un remate de Diego Barrado pensando que se iba por línea de fondo, pero el envío pegó en el poste.
Y a los 26, mientras Racing seguía controlando el desarrollo, el elenco tucumano tuvo otra clara, pero nuevamente se lució Saja, esta vez ante Daniel Salvatierra. Sobre el final estuvo cerca Racing con un zurdazo de Viola que se fue besando al ángulo. Se venían los penales.
Pero una falta a Pablo Caballero le permitió a Moreno ejecutar un tiro libre desde larga distancia sobre la hora. El disparo se le escurrió al arquero Dei Rossi, pegó en el poste y le quedó servido a Barone, pero el defensor rechazó mal y no hizo más que introducir la pelota dentro de su arco.
Fue un triunfo milagroso, pero merecido, porque más allá de haber generado cantidad de situaciones parecidas que su rival, Racing fue siempre el que más buscó y en esa mayor ambición justificó su éxito.
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