El impresionante marco que tuvo el Gigante de Arroyito superó ampliamente el bajo nivel futbolístico que mostraron Rosario Central y River Plate, que lucharon demasiado y empataron 0-0, un resultado que no modifica sus lugares en la tabla del campeonato de la B Nacional, y que a tres fechas del final mantiene intactos sus sueños de volver a Primera.
La igualdad fue bien mirada por los dos equipos, ya que Instituto no pudo sumar de a tres en su visita a Independiente Rivadavia de Mendoza, manteniendo así a Central como líder, a dos puntos de distancia de River y los cordobeses.
En un encuentro trabado, del que se esperaba mucho más, que tuvo escasas chances de gol, fue lógico que se destacasen jugadores de marca. Leonardo Ponzio, quien hubiera tenido que irse expulsado en la primera etapa, y Leandro González Pires fueron los aprobados de un River con poco poder de fuego.
En Central la dupla integrada por Federico Vismara y Reinaldo Alderete fue lo más positivo de un conjunto, que debió haber dado algo más, por se local y por ser el líder del campeonato. La lucha, la imprecisión y la falta de profundidad fueron protagonistas del primer tiempo en el que los dos equipos protestaron demasiado y jugaron muy poco.
Tanto Central como River se repartieron la posesión de la pelota, pero no tuvieron, una vez que pasaban la mitad de la cancha, la claridad necesaria para romper los bloqueos defensivos. Esto se debió además por la constante fricción que ofrecieron los dos.
Central intentó salir rápido por afuera, a partir de la gestación del buen tándem que generó el doble cinco entre Vismara y Alderete. Pero, Antonio Medina, quien debía desequilibrar apareció esporádicamente y así los avances se repitieron en centros para un bien contenido Gonzalo Castillejos.
El conjunto local tuvo su chance a los 17 minutos, con un cabezazo de Franco Pepino, que salió apenas desviado del ángulo superior izquierdo del arco de Daniel Vega.
River, en tanto, optó por atacar por la derecha con Alejandro Domínguez, quien tuvo a maltraer al juvenil Gerardo Pérez, pero el Chori protestó más de lo que jugó.
Así y todo, y con falta de variantes para la generación de juego, Domínguez llegó al fondo a los 40 minutos, tiró el centro al medio, se lo perdió Fernando Cavenaghi y el franco argentino David Trezeguet desvió increíblemente el remate final.
En River se fue lesionado el venezolano César González, jugador que no había gravitado, y lo reemplazó Lucas Ocampo, quien tampoco consiguió desnivelar.
En el segundo tiempo los dos equipos estuvieron contenidos, aunque River demostró por momentos un mejor control de pelota. La oportunidad más propicia de gol la tuvo el visitante a los 24 minutos, con un remate de Ponzio que controló Manuel García en dos tiempos, tras un desborde por derecha de Domínguez.
El partido creció en dinámica en los últimos 15 minutos, con insinuaciones, pero estuvieron muy lejos de estar cerca de quebrar la paridad. Con correr del tiempo, los dos trataron de no arriesgar demasiado para evitar sufrir una derrota que los dejara condicionados en la recta final del torneo.
El 0-0 fue justo y los dos equipos terminaron haciendo negocio, pensando en el futuro y en la cuenta regresiva para volver a la máxima categoría.
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