Vélez Sarsfield vivió a pleno la celebración multitudinaria por la conquista del torneo Clausura y en el partido que cerró esa competencia venció 2-1 a un Racing Club al que dejó con las manos vacías, porque perdió hasta la última chance que le quedaba para ingresar a la Copa Sudamericana 2011.
Para Vélez convirtieron Víctor Zapata y Augusto Fernández y el primer gol del partido lo había marcado Gabriel Hauche.
Con este resultado, el que ocupará la última plaza argentina en la Copa Sudamericana es Argentinos Juniors. Además representarán al país en ese certamen sudcontinental Estudiantes de La Plata (ganador del Apertura), Vélez (dueño del Clausura), Independiente (campeón defensor del título), Lanús, Godoy Cruz y Arsenal (los tres al igual que los Bichitos Colorados por su ubicación en la tabla de la temporada).
A este Racing en el que se despidió formalmente el entrenador Miguel Angel Russo, le salió casi todo mal en la noche de Liniers. Si hasta Lucas Licht llegó a la quinta tarjeta amarilla que lo privará de estar cuando la Academia debute en el próximo Apertura.
Por lo demás fue un cotejo que, en especial durante la primera parte, estuvo a la altura de las expectativas y constituyó un interesante cierre para un torneo que tuvo un campeón impecable y una pelea dramática por la permanencia.
Vélez le debía un espectáculo a su gente que colmó el Estadio José Amalfitani para despedir una temporada fructírera y coronada por el título doméstico y Racing trató al menos de rescatar un boleto para volver a jugar en el ámbito internacional.
Por eso todo empezó con un ritmo de ida y vuelta. Racing, ante la ausencia forzada del colombiano Teófilo Gutiérrez (se sumó a su seleccionado para la Copa América) apostó a la explosión de Gabriel Hauche en los últimos metros.
El visitante encontró la apertura del tanteador a los 9, mediante un pase profundo de Franco Zucculini para Hauche, quien le ganó la espalda a Emiliano Papa sobre la derecha y fusiló a Marcelo Barovero.
Vélez tardó unos minutos en encontrarse con su mejor nivel, pero pronto fue mucho más que su adversario a nivel colectivo y a los 15 logró la igualdad.
El capitán Zapata tiró desde fuera del área, el remate se desvió en Lucas Abeldaño desconcertando al arquero y la pelota se metió en el ángulo inferior derecho.
A los 18, apenas tres minutos después de la igualdad, Vélez se puso en ventaja. El uruguayo Santiago Silva encaró a la defensa racinguista y el balón le quedó lejos, pero apareció el pergaminense Fernández por la derecha y capitalizó la situación con un remate al primer palo.
Dos minutos después Racing tuvo una situación muy clara como para volver a emparejar el tanteador valiéndose de una maniobra individual de Hauche que culminó con un bombazo y una gran tapada del arquero de Vélez, en un mano a mano.
En la segunda etapa el Fortinero supo defenderse por estructura y también con la pelota, y hasta dispuso de oportunidades como para ampliar la ventaja.
Racing atacó con voluntad, pero sin claridad, sin conducción y dejando en evidencia cuánto pesa en su ofensiva el cafetero Teo Gutiérrez.
En definitiva, Vélez terminó la temporada a lo campeón mientras Racing se vio impedido de ocultar que fue un equipo de dos caras, una vertiginosa y efectiva para atacar y otra, endeble, descompensada y frágil a la hora de defender. Así les fue.
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