Ricardo Gareca tiene un pasado de delantero potente que contrasta con la tranquilidad y cautela que adoptó para su papel como director técnico, tarea en la que al frente de Vélez Sarsfield conquistó su segundo título al ganar el Torneo Clausura 2011 del fútbol argentino.
Gareca, de 52 años, surgió de las divisiones juveniles de Boca, pero recién se hizo reconocido en un breve paso por el modesto Sarmiento de Junín, en el que mostró su calidad de delantero y regresó al poco tiempo a Boca.
Sin embargo, el club auriazul, por entonces en grave crisis económica, no pudo retenerlo y Gareca protagonizó un conflicto contractual junto con Óscar Ruggeri, que derivó en una huelga de futbolistas y concluyó cuando se fueron a River.
Su paso por el club de la banda roja fue breve, ya que a los pocos meses pasó al colombiano América de Cali, donde ganó dos títulos en ese país, además de llegar tres veces consecutivas a la final de la Copa Libertadores (1985, 1986 y 1987), aunque nunca pudo obtenerla.
Jugó 20 partidos en la selección argentina, en la que anotó seis goles y fue parte del equipo que se clasificó para el Mundial de México 1986. Tras su retiro debutó como entrenador en el modesto San Martín de Tucumán, para luego dar el golpe al ascender a la máxima categoría a Talleres de Córdoba y luego ganar la ya extinta Copa Conmebol, en 1999.
A través de los años condujo también a Independiente, Colón de Santa Fe, Quilmes y Argentinos Juniors, para luego cruzar la frontera y ser el entrenador de los colombianos América de Cali e Independiente Santa Fe, y del peruano Universitario, con el que obtuvo el Torneo Apertura 2008. Recomendado por Carlos Bianchi, Gareca llegó a Vélez a fines de 2008 y fue campeón del Torneo Apertura 2009.
Con casi tres temporadas al frente de Vélez Sarsfield, es el entrenador con mayor tiempo de permanencia de los que están en la actualidad al frente de los equipos de primera división.
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