Sólo decisiones equivocadas de Estudiantes de La Plata le permitió a River Plate, que volvió a jugar mal, llevarse del estadio de Quilmes un empate, en uno, que lo obliga a aguardar a la última fecha del Clausura para saber si juega o no la Promoción.
Con muy poco, específicamente con el trabajo realizado por Enzo Pérez mientras estuvo en la cancha, Estudiantes comprometió a River, que a pesar de ponerse en ventaja en el arranque del segundo tiempo, penó como lo viene haciendo en los últimos tiempos.
Un párrafo aparte se merece el entrenador de Estudiantes, Luis Suárez, quien en seis minutos, los que mediaron del 9 al 15, sacó a sus dos mejores hombres, Pérez y Leandro Benítez, cuando su equipo tenía la victoria al alcance de la mano.
Demasiado intrascendentes resultaron los primeros cuarenta y cinco minutos, porque a lo largo de ellos, tanto Estudiantes como River no tuvieron la fórmula para concretar un juego asociado y crear peligro sobre el arco del rival.
River, el necesitado, trató de armar un circuito en el medio con Erik Lamela, Manuel Lanzini y un Leandro Caruso que se tiraba atrás unos metros. Pero todo esto resultó demasiado livianito y fue controlado, casi sin problemas, por los volantes de Estudiante.
Bastante más práctico fue lo de Estudiantes. El equipo platense salió rápido cuando consiguió la pelota en el medio del campo, y complicó, especialmente por los costados, a la defensa de River.
Los pobres argumentos de uno y otro provocaron que en la primera etapa sólo hubiera una situación clara de gol y esa le correspondió a Estudiantes.
Sobre los 30 minutos, Enzo Pérez (el jugador más claro de la etapa) se fue por izquierda, envió el centro y Guido Carrillo, anticipando a Juan Pablo Carrizo, tocó la pelota y esta se fue cerca del palo izquierdo.
Apenas iniciado la segunda parte se produjo la primera emoción del partido, literalmente. Se jugaban apenas 2 minutos, cuando la defensa de Estudiantes rechazó mal, la pelota le cayó a Ferrari sobre el sector derecho del área, el lateral corrió en forma paralela y cuando quedó frente al arco sacó un zurdazo violento, que depositó el balón en el fondo de la red.
Ni siquiera estar en ventaja le permitió a River acomodarse en la cancha y manejar, aunque sea un poco, el trámite del partido.
A los 8 minutos, Estudiantes tuvo a favor un tiro libre frontal, Benítez se paró frente a la pelota, sacó un remate llovido al medio del área que le cayó justo a Matías Sarulyte, quien anticipó a su marca y de cabeza, colocó el empate.
Ahí el partido quedó en favor de Estudiantes. J.J. López sacó a Lanzini y puso a Rogelio Funes Mori para inquietar, junto a Caruso, a la defensa de Estudiantes, pero la modificación no le dio resultado.
Por el contrario, Estudiantes no se preocupó y fue por más, y mostró que podía ganar el partido, es cierto que ayudado por River, pero entonces Suárez fue contra el sentido común y sacó a dos hombres que podían marcar la diferencia, y River se lo agradeció.
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