Estudiantes se sacó la mufa en un partido increíble. Y Miguel Angel Russo también. El Pincha lo dio vuelta cuando perdía 0-2, y en el final tuvo reacción para levantarse de un blopper de Justo Villar. Fue 4 a 3 en el estadio Ciudad de La Plata ante un Argentinos Juniors que se durmió dos veces en los laureles y se quedó sin técnico.
El equipo albirrojo consiguió el primer triunfo en el Apertura, y Russo ganó por primera vez dirigiendo a Estudiantes en Primera división (fue campeón como técnico en el Nacional B, pero en el Apertura 95 se fue sin triunfos). Todo en 90 minutos emotivos y cambiantes. Un gran espectáculo, aunque repleto de errores y circunstancias inesperadas.
Argentinos sacó ventaja con dos tiros libres que parecían encaminar el partido definitivamente. El primero fue obra del paraguayo Santiago Salcedo con la complicidad de un Villar que se quedó parado en un remate de 35 metros, y el segundo fue de Pablo Bárzola, que la colocó por encima de la barrera y dejó sin chances al arquero albirrojo.
Sin embargo, el Bicho se replegó y se durmió. Estudiantes descontó a través de Gabriel Mercado, y empató el partido rápidamente por intermedio de Guido Carrillo, tras un grosero error del arquero Ojeda luego de un remate sin demasiado riesgo de Verón. Pero eso no fue todo, porque el Pincha completó la ráfaga de goles antes del final del primer tiempo con un remate cruzado del Rayo Mauro Fernández, tras gran asistencia de Mercado.
El segundo tiempo se planchó hasta que a cinco minutos del final llegó el empate de Argentinos luego de un remate sin demasiado riesgo de Barrera, pero Villar se encargó de hacer todo para que fuera gol: le sacó la vista a la pelota, y luego del pique le pasó por encima. Insólito.
Sin embargo, a Estudiantes le quedó fuerza para ir a buscar el cuarto gol. Y lo consiguió en la jugada siguiente, tras un centro y una media vuelta de Mercado adentro del área chica.
Pasó de todo en La Plata. Y la victoria final le da un poco de aire a un Russo que llegaba muy cuestionado. Para Argentinos toda la decepción. Y la renuncia de Pedro Troglio como técnico.
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