Boca Juniors en su cancha produjo este domingo una actuación de alarmante bajo nivel, no supo aprovechar la circunstancia de jugar 11 futbolistas contra 10 a lo largo de 50 minutos y debió resignarse a un empate final en un gol ante San Martín de San Juan, por lo que se vio impedido de volver a la cima del Torneo Inicial.
San Martín contó con un trabajo defensivo sin errores, con destacadas tareas de Francisco Mattía, Cristian Grabinski y Lucas Landa, componentes de su última línea de tres, con un sacrificado despliegue de sus volantes y así logró disimular la inferioridad numérica a la que se vio condenado por la expulsión de Gastón Caprari antes de los 40 minutos del primer tiempo.
Lo de Boca fue decepcionante porque en ningún momento el equipo encontró circuito de juego que le permitieran llegar con fluidez a zona de definición y aunque durante el segundo período, por insistencia, forzó una considerable cantidad de situaciones de riesgo para el arco del adversario, nunca tuvo una circulación de pelota suficientemente prolija y tampoco contó con respuestas individuales suficientes para salvar la noche.
El primer episodio transcurrió sin que ninguno de los dos equipos elaboraran ni una acción combinada, por lo cual el desarrollo se hizo totalmente anodino.
San Martín se movió muy bien en función defensiva achicando hacia adelante y doblando las marcas sobre los dos laterales con un ordenado retroceso de los mediocampistas, pero no tuvo salida rápida en la ofensiva y pocas veces llegó a los últimos metros de la cancha.
Boca tuvo posesión con Walter Erviti más suelto que en otras oportunidades, pero fracasó cuando tuvo que imponer desequilibrio cerca del área del adversario y sus delanteros participaron muy poco del juego.
La primera intervención de mediana exigencia para uno de los arqueros ocurrió justo sobre la media hora, cuando el reaparecido Agustín Orion tuvo que ir apresuradamente a los pies del colombiano Humberto Osorio, quien le había ganado la posición a Rolando Schiavi.
Dos minutos más tarde, en una escena parecida, Schiavi fue a destiempo sobre Osorio y le cometió un claro penal. Mauro Bogado aprovechó para poner el 1-0 para San Martín.
En desventaja Boca intentó ir al ataque con mayor agresividad, pero faltándole claridad y no tuvo asociación.
A los 38, después de un córner, el uruguayo Santiago Slva concectó de media vuelta con zurda y Caprari detuvo la pelota con su brazo derecho, cometiendo el penal y ganándose la expulsión.
El penal lo ejecutó Schiavi muy defectuosamente, desviado sobre el palo derecho.
El último tramo transcurrió con las mismas características y en el primer minuto de tiempo agregado, Schiavi se reivindicó al capturar un rebote y desde fuera del área sacar un fuerte remate bajo a la izquierda para vencer a Luis Ardente y empatar el partido.
Desde el comienzo del segundo capítulo Boca contó en cancha con Cristian Chávez y Leandro Paredes en el intento de dotar de alguna coordinación a sus movimientos en ataque, pero los cambios no aportaron ningún efecto.
Cierto es que durante casi toda la etapa final se jugó en campo sanjuanino porque San Martín se limitó a defenderse, pero el equipo local no jugó, sino que sólo empujó y todas las oportunidades con que contó fueron producto de remates desde larga distancia o bien de centros seguidos por cabezazos, nunca con una maniobra bien gestada y finalizada.
Lo que puede mencionarse es un remate de Juan Sánchez Miño a los 6 minutos que desvió Ardente; un cabezazo de Lucas Viatri que contuvo el arquero a los 9; un zurdazo del uruguayo Emiliano Albín que el guardavalla mandó al tiro de esquina a los 20, y cabezazos de Schiavi y de Silva, a los 27 y 38, con nuevas buenas respuestas del portero y una volea de Nicolás Colazo que pegó providencialmente en Cristian Alvarez a los 44.
Boca salió de la cancha con la reprobación de todos los sectores, excepto el que ocupa La Doce y se escuchó el previsible reclamo por Juan Román Riquelme.
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