Vélez Sarsfield le dio este domingo una lección de fútbol colectivo a River Plate y le hizo precio al ganarle 2-0 en el Estadio José Amalfitani para afirmarse entre los principales animadores del Torneo Inicial.
Por la séptima fecha, Lucas Pratto, el mejor jugador de la cancha, marcó a los 19 minutos el gol que sirvió para imponerse en el parcial. En el segundo período, amplió la diferencia Iván Bella, a los 18.
El cotejo tuvo un expulsado por bando, ya que a los 16 de la segunda mitad River se quedó sin Ramiro Funes Mori y a los 23 Vélez perdio a Emiliano Papa, ambos por doble amonestación.
El encuentro fue interesante por la producción de los de Liniers, pero tuvo su mancha a un cuarto de hora del desenlace, cuando la barrabrava de River causó una suspensión que duró seis minutos, dado que algunos de sus integrantes se treparon al alambrado e incluso lo rompieron en un pequeño sector.
Los Fortineros con esta victoria se colocaron a dos puntos de la cima que ocupa Boca Juniors, mientras que River se aleja de esa anhelada posición, con el agravante de que el nivel de su juego es inestable y disociado, por lo que provoca preocupación entre sus partidarios.
Vélez desde el comienzo puso de manifiesto su superioridad como equipo sobre River haciéndose rápidamente del control de la pelota y del dominio territorial, por lo que generó situaciones de gol consecutivas.
Los tres delanteros de River, el uruguayo Rodrigo Mora, el franco argentino David Trezeguet y Rogelio Funes Mori, quedaban aislados y las líneas que intentaban proteger al arquero Marcelo Barovero eran desbordadas continuamente por el volumen de juego del local, que tuvo como jugador más desequilibrante a Pratto.
River se defendía como podía y del mismo modo atacaba cuando tenía oportunidad, dependiendo casi exclusivamente de lo que aportaran sus individualidades.
Ariel Rojas y el uruguayo Carlos Sánchez se vieron obligados a progresar mediante maniobras unipersonales y los delanteros se quedaron sin más alternativas que aprovechar algún rebote.
Las ocasiones aisladas para los Millonarios surgieron de alguna escena originada con pelota parada, como el córner que ejecutó Sánchez a los 6 minutos, cuando Jonathan Bottinelli cabeceó cerca del palo izquierdo.
Luego de varios intentos el tanteador se abrió a los 19 minutos. Bella buscó a Federico Insúa por la derecha, el zurdo metió un centro rasante y Pratto en dos tiempos, por la interposición de Luciano Abecasis, capitalizó la acción.
La diferencia en la red debió haber sido mayor ya en ese capítulo inicial, dado que Vélez dispuso como mínimo de dos situaciones netas para terminar el segmento con un reflejo más elocuente.
En la segunda etapa todo siguió igual, más allá de que desde la reanudación Matías Almeyda puso a Facundo Affranchino en reemplazo de Abecasis con la intención de equilibrar la lucha en la mitad del terreno, aunque exponiéndose atrás con una línea de tres componentes.
A los 9, se escapó Facundo Ferreyra, quedó mano a mano frente a Barovero y el arquero le tapó lo que hubiera sido el lógico 2-0. A los 11, hubo un tiro libre del capitán Sebastián Domínguez pegó en el travesaño.
Pero a los 16 fue expulado Ramiro Funes Mori y, mientras Almeyda decidía una variante para rearmar la retaguardia, Vélez aprovechó para estampar un 2-0 tan cantado como irreversible.
El Pocho Insúa abrió a los riverplatenses por el lado derecho de la insegura defensa y habilitó a Facundo Ferreyra, quien forzó una intervención de Barovero. Pero el rechazo del guardavalla lo recogió el mismo Ferreyra, quien con lucidez y precisión le cedió la conquista a su compañero Bella, quien bajó el arco dispuso de máximas comodidades para poner el segundo y último gol del partido.
Después se vio el episodio bochornoso de un grupo de barras y cuando el juego volvió a la normalidad hubo un cabezazo de Mora que pegó en el horizontal.
De todos modos ni en el tanteador ni en cuestiones de imagen hubo novedades. A Vélez se lo ve en pleno crecimiento, mientras River sólo suma individualidades.
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