Ni siquiera el hecho de jugar por la reválida disminuye el interés y la pasión de los hinchas por el duelo entre santos y cuervos.
Los clásicos no se miden según el campeonato, se sienten, se sufren y se disfrutan. Y esta nueva edición, que se jugará a las 22.15 en el Marteaerna, no es la excepción.
Puede variar la presión para un lado o para el otro, pero por historia y orgullo los dos están obligados a salir a ganar, o por lo menos a no perder.
Y si hay que juzgar por las necesidades, hoy Juventud tiene mayor presión, no solo por la derrota en la última fecha ante Libertad de Sunchales sino también por la larga sequía ante Central, al que no le gana desde hace más de un año y medio.
Este clásico tendrá otros condimentos. Desde lo táctico, ambos toman recaudos; desde lo individual, los dos tienen argumentos suficientes para ilusionarse con una victoria.
Además, en esta oportunidad el santo pondrá en escena a más jugadores locales que el cuervo: 4 contra 1. Y sin lugar a dudas los hinchas también serán protagonistas aportando el color y la pasión que suelen ponerle al partido más convocante e importante del fútbol salteño.
Guillote, en la cancha
Guillermo Coppola está en el estadio Martearena para ver el superclásico salteño. Recordemos que Coppola es presidente de la empresa que organiza la Copa Argentina, Santa Mónica, y que mañana se jugará en el estadio Martearena el encuentro entre Vélez y Rosario Central.
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