Boca Juniors, revitalizado con las modificaciones en su formación, consiguió este sábado un buen triunfo por 3-1 ante San Lorenzo de Almagro, en un clásico que se simplificó a partir del segundo gol.
La presencia de Leandro Paredes, autor de los dos primeros goles, y, en menor medida, de la Lautaro Acosta y Guillermo Fernández le dieron al equipo de Julio Falcioni un volumen de juego que desde hacía tiempo no tenía y sobre esa base logró una victoria después de cinco presentaciones.
San Lorenzo tuvo el control del juego en buena parte de la primera etapa, pero careció de ideas en la ofensiva y acusó mucho el impacto del segundo gol del adversario para culminar dejando una imagen muy descolorida, que hace ver muy comprometido su futuro, con el agravante de que sigue en zona de descenso directo.
Rápidamente el encuentro quedó empatado en un gol, ya que en el minuto 4 Paredes recibió un rebote en el área y con un remate bajo a palo derecho venció a Pablo Migliore, pero la diferencia no le duró nada a Boca, ya que, a los 7, después de un mal rechazo de Guillermo Burdisso, Danis Stracqualursi cruzó la pelota desde la derecha hacia la izquierda y el uruguayo Matías Mirabaje con volea de zurda estableció en el 1-1.
Los goles fueron sucedidos por un largo pasaje en el cual San Lorenzo era el que imponía condiciones, porque estaba mejor parado en la mitad de la cancha, mientras que Boca perdía la pelota con facilidad, pero las llegadas eran escasas, porque a los dos les costaba la elaboración del juego.
Boca tuvo una oportunidad de contraataque a los 14, con balón colocado por el uruguayo Santiago Silva para la aparición de Acosta y la jugada derivó en un córner después de un rebote.
De inmediato fue el azulgrana el que llegó, también con una réplica que manejó Franco Jara por la derecha, con toque hacia el medio por donde llegaba Stracqualursi, pero el artillero remató alto.
El juego era impreciso y los arqueros no tenían trabajo, pero sobre los 34 Boca generó por fin una maniobra colectiva que armaron Fernández y Cristian Erbes con descarga final de Fernández para Paredes, quien de nuevo desde fuera del área sacó un derechazo muy preciso, esta vez a la izquierda de Migliore para colocar el 2-1.
Boca se retrasó mucho en el segundo capítulo y le dejó el balón a San Lorenzo, que nunca encontró soluciones en ataque, a punto tal de que en toda la etapa casi no hubo acciones de riesgo frente al arco local, salvo al comienzo por una distracción de Agustín Orion, que casi termina en gol de Pablo Alvarado. Con menor posesión del esférico, Boca daba la sensación de tener mejores posibilidades, aún después del reemplazo de Paredes, quien dejó la cancha acalambrado.
En el minuto 21 Walter Erviti jugó corto un tiro libre para Silva, el remate del delantero produjo un rebote frontal por parte de Migliore y Schiavi aprovechó para poner el 3-1.
Con ese gol el partido quedó definido, dada la absoluta impotencia de San Lorenzo. Es más, Boca en caso de haber tenido mayor precisión en los contraataques hasta pudo alcanzar una diferencia mayor.
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