Boca Juniors logró este domingo como visitante de Vélez Sarsfield un triunfo por 1-0 al cabo de un partido en el que el equipo local fue el principal protagonista, pero no logró concretar ninguna de las muchas oportunidades de las que dispuso.
Vélez pagó en el primer tiempo el precio de sus imprecisiones defensivas y en la segunda parte dispuso de un dominio abrumador, pero su propia aceleración le quitó justeza para definir y por eso no llegó siquiera al empate, aunque en realidad pudo haberle correspondido la victoria.
Boca tuvo un mediocampo firme en la contención, se hizo sólido en la parte final a través de sus centrales, contó con un buen primer tiempo del uruguayo Santiago Silva, en definitiva el hombre más influyente del juego, pero en el segundo período retrocedió en exceso y consiguió el resultado final de la mano de algunos imponderables que lo ayudaron.
El partido comenzó con buen ritmo, con la pelota circulando con rapidez y los equipos insinuando inseguridades en el fondo.
Poco a poco Vélez fue haciéndose más firme en la mitad de la cancha y con la conducción Federico Insúa comenzó a llegar mejor.
A los 11 minutos, una buena acción que comenzó Emiliano Papa y continuó Insúa, siguió con la aparición de Lucas Pratto por izquierda, el delantero la cruzó y por muy poco no alcanzó a conectar Facundo Ferreyra frente al arco.
A los 16, Fernando Tobio ganó en el área ante un córner de Insúa y su cabezazo fue controlado por Agustín Orion.
Un minuto más tarde Insúa peleó y ganó una pelota dentro del área, movió hacia la derecha y el zurdazo cruzado de Ferreyra resultó apenas desviado.
Sobre los 28, una acción que terminaba con el balón en el fondo del arco de Boca fue correctamente invalidada porque Ferreyra cometió infracción contra Matías Caruzzo antes de cabecear.
Dos minutos más tarde, después de un tiro de esquina, Leandro Paredes recogió un rechazo, cruzó hacia el medio, se produjo un doble rebote y el esférico quedó para Silva, quien de zurda puso a Boca en ventaja.
El gol fue un gran impacto para Vélez, que desde entonces perdió precisión y ya no tuvo la lucidez de antes en Insúa y hasta el final de la etapa no volvió a inquietar a Orion, mientras que Boca se conformó con mantener el partido lejos de su arco y no pudo aprovechar algunos espacios que se le abrieron para llegar de contraataque.
Vélez salió decidido a atacar en la segunda parte, mientras que Boca bajó muchos metros con la intención de aprovechar las réplicas y esas posturas no se modificaron hasta el final del cotejo.
A lo largo de los 45 minutos finales, el local acumuló ocho llegadas claras contra una sola de Boca. Aunque en el último segmento del juego, después de la salida de Insúa, el puntero chocó mucho en los últimos metros de cancha, resulta difícil explicar cómo no llegó al gol.
Una de las mejores aproximaciones de los fortineros ocurrió en el minuto 5, cuando después de un cabezazo de Pratto en el palo, Insúa remató de manera imperfecta con el arco a su disposición.
También tuvo el anfitrión un remate alto de Gino Peruzzi a los 31; a los 36 tuvo lugar la más insólita, cuando Orion rechazó un remate de Ezequiel Rescaldani y Ferreyra, quien llegada de frente y sin oposición, disparó desviado; a los 40, Orion mandó al córner un disparo de Rescaldani y dos minutos más tarde otra vez Ferreyra falló frente al arco, esa vez más incómodo al conectar un centro de Alejandro Cabral.
Boca resistió y la única vez que pudo hilvanar acertadamente una réplica fue sobre la media hora, cuando un remate de Guillermo Fernández fue desviado dificultosamente por el uruguayo Sebastián Sosa.
Así se llegó al epílogo de un encuentro que se llevó el que menos hizo y dejó con las manos vacías al que, aún con limitaciones, buscó desde el principio hasta el final.
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