miércoles, 14 de noviembre de 2012

Atletico Rafaela 0 - 0 River Plate

River Plate hizo los méritos necesarios para imponerse como visitante de Atlético de Rafaela, pero a su juego le faltó el gol y por eso todo terminó 0-0.

Además de verse privado del triunfo que acarició, el conjunto Millonario lamentó la lesión que sufrió el juvenil zaguero Germán Pezzella, quien por un problema ligamentario en su rodilla derecha fue reemplazado por Leandro González Pírez, a los 13 minutos del primer segmento de este partido correspondiente a la 15ª fecha del Torneo Inicial.

Pezzella sufrió una seria lesión según le anticiparon los médicos del club de Núñez al jugador. Si bien resta realizar los estudios complementarios, el juvenil tendría comprometidos los ligamentos de su rodilla derecha, por lo que estaría inactivo por varios meses. El defensor quiso rechazar una pelota a los 13 minutos del primer tiempo y al bajar la pierna su rodilla "se trabó" produciendo la lesión.

Los dos equipos arrancaron el partido respetando el libreto que tenían predeterminado, un tanto improvisado de un lado y del otro, aunque más agresivo del lado de River, al menos por los nombres que proponía y un dibujo con tres delanteros bien definidos, el uruguayo Rodrigo Mora, Rogelio Funes Mori y Carlos Luna.

Atlético proponía mucho voluntarismo y le entregaba la conducción a Sebastián Grazzini, mientras que River mostraba algo más de profundidad. Ya desde los primeros minutos, River hizo pesar su mejor manejo de balón y el hecho de encontrar los huecos que siempre ofrece la defensa rafaelina por el sector izquierdo de su defensa.

Dos veces avanzó por ese lugar River en el comienzo del cotejo. Primero hubo una entrada de Mora y un remate que sacó Guillermo Sara, a los 4 minutos, y luego un desborde de Leonardo Ponzio que terminó con un remate muy deviado de Funes Mori a los 7.

Atlético apenas pudo responder con un remate lejano del uruguayo Raúl Ferro, a los 9, que Daniel Vega despejó al córner y una entrada de Jonatahan López, a los 11, que también controló el arquero millonario.

En medio de un principio a puro ritmo, River sufrió la baja por lesión de Pezzella, quien debió dejarle su lugar a González Pirez cuando el partido no había llegado al cuarto de hora, en una imagen repetida en estos últimos tiempo para el equipo de Matías Almeyda.

River entendió que el sector para atacar era por donde defendía Juan Eluchans, sobre todo lo entendió Mora, que comenzó a abrir una grieta importante en ese sector de la defensa rafaelina.

El conjunto de Rubén Forestello apostaba todo a la magia de Grazzini y al movedizo López. Igual las desatenciones del local invitaban a River a visitar seguido el área de Sara, quien tenía que revolcarse ante los jugadores visitantes.

Cuando promediaba el primer tiempo, River dominaba balón y terreno, sólo le faltaba un gol que graficara en el tablero lo que se veía en la cancha. Y claro se podrá decir que mientras el 0-0 no se modifique, River no podía pasar por caja a comprar los tres puntos con billetes de merecimientos. Sólo porque los de Almeyda no supieron o no tuvieron la eficacia suficiente para superar a Sara, el primer tiempo terminó con el resultado cerrado.

El segundo período fue una continuidad de lo visto en los primeros 45 minutos. River asumió rápidamente la iniciativa, se hizo cargo de la pelota a partir de los criteriosos movimientos de Ponzio, la claridad con la que le dio destino al balón, más la movilidad de los tres delanteros.

Atlético arrancó con más entusiasmo y eso lo hizo merodear el área de Vega, siempre apostando a algún pelotazo para López o César Carignano, pero lejos de encarar los últimos metros del campo rival con algo de claridad.

El Millonario tuvo la saludable idea de seguir atacando por su derecha, donde Eluchans siguió dando ventajas. Cada vez que recostó su ataque por ese lateral le llevó peligro al arco de Sara.

El problema para River siguió siendo el resultado. Porque ninguno de los méritos que logró reunir a lo largo del juego le permitián estar arriba en el marcador. Y de alguna manera, en eso se apoyó Atlético, que siguió luchando y tratando de disimular sus carencias frente a un adversario que marcaba claras diferencias de jerarquía.

Parecía que sólo había que esperar que el gol Millonario que pudo ser del uruguayo Carlos Sánchez, de Luna, de Mora, de Funes Mori o de cualquiera.

Con el correr de los minutos, River se fue dando cuenta de que no iba a ser fácil llegar a ese gol que merecía largamente. Entonces fue sintiendo el esfuerzo el desgaste físico. Y se encontró con un oponente que cuando pudo se acercó con peligro como a los 23 minutos, cuando Ferro remató de media distancia y la pelota se fue besando el palo derecho de Vega.

Almeyda intentó buscar un poco de aire fresco a un equipo que de a poco se iba desdibujando. La apuesta fue Manuel Lanzini por Cirigliano y todos fueron a buscar el triunfo.

En definitiva, River se llevó bastante menos de lo que debió llevarse, aunque está claro que le faltó dar el último golpe, el que hace que el rival caiga. Tuvo la idea, las situaciones, pero faltó lo más importante, el gol.

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