Lanús consiguió este lunes el objetivo con el cual llegó a Córdoba, ganarle a Belgrano, lo hizo por 2-0, para alcanzar a Vélez Sarsfield en la cima de la tabla de posiciones del Torneo Inicial, cuando restan apenas tres fechas para su conclusión.
La victoria de Lanús se sustentó en el trabajo que realizaron en la primera etapa Guido Pizarro, autor del gol que abrió el partido a los 25 segundos de iniciado, y el uruguayo Mario Regueiro, más las atajadas de Agustín Marchesín en el segundo período, en el momento más complicado que le tocó vivir al Granate.
En favor de Lanús también jugó su inteligencia para moverse de acuerdo con los vaivenes del partido. En los últimos 45 minutos se replegó demasiado, pero lo hizo con orden, y a la hora de atacar, mejor dicho contraatacar, fue letal. Tuvo dos ocasiones y aprovechó una.
En definitiva, el 2-0 resultó exagerado, es más, en los primeros 30 minutos del segundo capítulo Belgrano dispuso de varias chances para empatar, pero sus jugadores no tuvieron puntería en algunas oportunidades y en otras apareció Marchesín.
A priori el cotejo pintaba para cerrado, pero todo se vino abajo para los Celestes a los 25 segundos del primer tiempo. Silvio Romero arrancó en tres cuartos de cancha, abrió por la izquierda para Regueiro y el oriental envió un centro al segundo palo por donde apareció Pizarro para pegarle de derecha y enviar la pelota al fondo de la red.
Corrían 25 segundos, a Lanús se le abría el partido, a Belgrano se le complicaba.
Y esto se vio inmediatamente. Lanús le cedió el balón y una parte del terreno, y los jugadores de Belgrano no supieron sacarle provecho a esa situación ya que carecieron de un jugador capaz de aportar claridad o colocar un pase que descolocara a la segura defensa de Lanús.
En ese lapso, Belgrano apenas tuvo dos aproximaciones de cierto riesgo, un cabezazo de Jorge Velázquez que Marchesín envió por sobre el travesaño, y un remate del "Picante" César Pereyra que desvió el arquero.
Sin la pelota y apostando todo al contraataque, Lanús pudo llegar al segundo a los 21 minutos, pero Reguerio, totalmente solo después de dejar desairado a un defensor de Belgrano, remató mal y alto.
El panorama en el segundo episodio fue totalmente distinto. Belgrano se metió en campo de Lanús y no le dio respiro, y a los 18 tuvo la acción más clara para empatar, pero Lucas Melano (con su ingreso el equipo cordobés ganó en velocidad en ataque) no cabeceó bien y permitió que Marchesín sacara la pelota sobre la línea.
A partir de entonces Belgrano atacó y atacó, pero el esfuerzo físico comenzó a pasarle factura a sus jugadores, lo cual fue bien aprovechado por Lanús que tuvo un poco más de libertad para salir en contraataque.
Y a través de esa vía el visitante pudo liquidar el partido a los 30 minutos. El paraguayo Víctor Ayala sacó un violento disparo desde afuera del área y Juan Carlos Olave rechazó hacia el medio por donde entraba Diego Valeri, quien remató sobre la salida del guardavalla, pero la pelota pegó en el palo derecho.
El partido se moría. Corría el tercer minuto de tiempo agregado, cuando Diego González (había ingresado por Silvio Romero a los 45 del complemento) puso el 2-0, con una precisa definición.
Exagerado. Difícil de determinar si Lanús ganó bien porque hubo un lapso en el que Belgrano mereció el empate. Pero eso poco le importa a los "Mellizos" Barros Schelotto y sus jugadores. Están en la punta y ahora todo depende de ellos.
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