Lanús hizo méritos en su cancha para ganarle el partido a Estudiantes de La Plata, pero no pudo vulnerar al arquero Agustín Silva y empató 0 a 0, con lo cual se quedó sin liderazgo del Torneo Inicial, a falta de dos fechas para el final.
Justo cuando más lo necesitaba, Lanús cortó la racha de siete victorias en fila y quedó como escolta de Vélez.
Ahora deberá ganarle a River y a San Lorenzo, o también esperar un tropiezo del equipo de Liniers para hacer renacer su ilusión.
Estudiantes fue un equipo incómodo a lo largo de todo el encuentro y en su arquero Agustín Silva a la figura del partido, el hombre encargado de frustrar los sueños de Lanús.
El público del Granate, que desde temprano se acercó a la Fortaleza, reconoció al final del encuentro el trabajo de sus jugadores, aunque se fue con la sensación amarga de saber que seguramente se despidieron del campeonato.
La iniciativa del partido la tomó Lanús, pero el equipo granate estuvo apurado y por momentos se pasó de revoluciones.
El local intentó llegar con peligro con la movilidad de sus tres volantes que se pararon por delante de Matías Fritzler: Guido Pizarro, Mauricio Pereyra y Víctor Ayala. De ellos, el más claro para jugar fue Pizarro, tratando de abrir la cancha por derecha e inquietar al bloque defensivo platense.
Con el correr de los minutos Estudiantes se acomodó en el campo y ejerció un gran trabajo de presión en el medio, y provocó que Lanús equivocara el camino y abusara de los pelotazos para el uruguayo Mario Regueiro, quien apareció muy poco en el partido.
Lo único claro de Lanús en el capítulo inicial fue un remate de Regueiro a las manos del arquero Agustín Silva, en el minuto 18, luego de ganarle la espalda a Germán Ré.
Ante la falta de profundidad de Lanús, Estudiantes fue paciente y con inteligencia comenzó a tener la pelota y a complicar al rival con las corridas de Carlos Auzqui y el colombiano Duván Zapata.
El equipo platense tuvo a los 38 la mejor chance del primer tiempo. Agustín Marchesín cortó frente a Zapata, el rebote lo tomó Leonardo Jara, quien definió de emboquillada, pero Paolo Goltz llegó justo y salvó sobre la línea.
La cabeza jugó su papel en los hombres de Lanús y el apuro lo privó de hacer méritos para romper la paridad en la etapa inicial.
En el complemento Lanús se despertó y con el ingreso de Diego Valeri tuvo más fútbol en los metros finales. El equipo local fue claramente superior a Estudiantes, pero no pudo reflejarlo en la red.
A los 5 minutos se lo perdió el paraguayo Ayala, desde dentro del área, luego de una muy buena jugada colectiva; 20 minutos después el defensor venezolano Oswaldo Vizcarrondo conectó un centro de primera que le tapó de manera espectacular Silva, y a los 37 el arquero se volvió a lucir en dos intervenciones, primero ante un remate a Pizarro y a continuación le ahogó el grito de gol a Silvio Romero.
Estudiantes, en tanto, se defendió y recién se pudo aproximar al área local a los 19, con un disparo elevado de Guido Carrillo.
En los minutos finales Lanús sintió el desgaste y al recibir desde la tribuna la noticia de los goles de Vélez, ya no tuvo las mismas fuerzas para ir en busca del triunfo.
Los aplausos del final fueron el premio para un equipo que propuso siempre, pero tanto los jugadores como los simpatizantes saben que estos dos puntos que dejaron en el camino serán muy difíciles de recuperar.
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