Godoy Cruz empezó a cicatrizar la herida que significó la eliminación de la Copa Libertadores del modo más esperado: con un triunfo que le permitió ponerse a un punto de River, el líder. Su actuación estuvo lejos de ser de las mejores y Argentinos mereció el empate por su búsqueda del segundo tiempo. Sin embargo, el que festejó fue el equipo mendocino y el Torneo Clausura se quedó sin el último invicto que le quedaba.
La mudanza de la localía a esta ciudad por el resembrado del Malvinas Argentinas le sentó bien a Godoy Cruz, al menos desde el resultado. Y en un partido más bien chato le alcanzó con aprovechar un saque desde el arco de Sebastián Torrico y transformarlo en una jugada de gol. La pelota voló bien alta, Federico Pistone no alcanzó a despejar ante Alvaro Navarro y Diego Villar quedó cara a cara con Nicolás Navarro, a quien eludió con calidad antes de definir.
El primer tiempo se consumió entre imprecisiones, pelotazos y muchas fricciones (hubo cinco amonestados y el carrito ingresó en cuatro ocasiones). El permisivo Mariano González dejó pasar varias piernas fuertes e incluso no sancionó una falta ante un patadón de Nicolás Berardo contra Roberto Russo que fue para roja. Cuando el defensor local le mostró el raspón que le quedó en la pierna, el árbitro amonestó a Berardo.
Argentinos, que terminó jugando con cinco delanteros, tuvo dificultades para generar juego pero así y todo dispuso de cuatro chances para empatar en la etapa final, en la que erigió a Torrico como figura.
Sobre el final, Godoy Cruz pegó dos tiros en los palos a través de Fabricio Núñez. Pero Argentinos recibió un castigo exagerado.
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