Deportivo Merlo dio la sorpresa al vencer esta tarde por 1-0 como visitante a Independiente Rivadavia de Mendoza, único invicto que quedaba en el certamen, en partido de la décima fecha de la Primera B Nacional de fútbol. El único gol del encuentro, desarrollado en el estadio Bautista Gargantini del club mendocino, fue anotado por el mediocampista Cristian Gironi, a los nueve minutos del complemento.
Merlo terminó con diez jugadores por la expulsión del arquero Matías Giordano, gran figura, a los 39m del segundo tiempo.
Allí justamente, en la actuación de Giordano y en el golazo de Gironi, se encuentra buena parte de las explicaciones del triunfo de Deportivo Merlo. El resto fue su solidez defensiva y, tal vez, la historia: el equipo del oeste bonaerense, con la de hoy, le ganó a la “Lepra” mendocina las siete veces que se enfrentaron.
Porque a eso apostó Néstor Ferraresi, a armar dos líneas de cuatro para aguantar los embates de Independiente Rivadavia. Le salió bien por las actuaciones del arquero, de la zaga central (Pfund y Mena) y del volante Menéndez.
Independiente salió a buscar la victoria desde el inicio, fiel a la imagen que viene exhibiendo en el torneo. Tuvo chances claras para ponerse en ventaja, sobre todo en un tiro libre de Longo que se estrelló en el travesaño (mismo destino tuvo el cabezazo de Agüero en el rebote), pero no pudo. Y Merlo lo aprovechó.
Después de contar con algunas aproximaciones al final de la etapa inicial, el visitante sacó diferencia a los nueve minutos de la parte final. Ayala despejó hacia el medio tras un pelotazo frontal y Gironi, desde mitad de cancha, tiró hacia el arco vacío.
La desesperación de Agüero en la corrida y el cierre no alcanzó. Fue gol de Merlo. Y si el empate era negocio, ni hablar del 1-0.
Independiente se desesperó en la búsqueda más allá del buen aporte de Balsas en su ingreso. Los de Ferreresi de abroquelaron definitivamente cerca de su área y, aunque se quedaron con 10 por la expulsión de Giordano, lograron aguantar el resultado.
Quedó una jugada final para la polémica, un cabezazo de Balsas que pegó en el travesaño y cuyo rebote, para los jugadores del local, llevó la pelota enteramente adentro del arco. Para Trucco no fue de tal manera y allí, en el tumulto de la protesta, quedó el último invicto del Nacional. Festejó Merlo, dio la sorpresa, y sumó tres puntos para empezar a salir de los últimos puestos.
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