Mucho oficio, un poquito de fútbol y un rival demasiado flojo, le sirvieron a Newell's Old Boys para irse de Avellaneda, tras empatar 0-0 con Racing Club, como el único puntero del Torneo Inicial.
El partido fue malo de principio a fin, pero Newell's consiguió lo que vino a buscar por una única razón: sabía lo que le convenía y cómo conseguirlo.
En cambio, Racing, a pesar de las tres victorias consecutivas que arrastraba, sabe lo que necesita, pero no tiene la más mínima idea de cómo alcanzarlo.
Una de las cosas que marcan este confuso momento que vive el cuadro de Luis Zubeldía se dio este sábado con el volante Diego Villar. Todos se preguntan de qué juega el ex futbolista de Godoy Cruz, ya que en la primera etapa estuvo en el lateral derecho controlando a Leonel Vangioni y en el segundo período el director técnico lo cambió al sector izquierdo para vigilar solo al lateral paraguayo Marcos Cáceres.
Cuando en el primer minuto de juego y en la primera jugada del partido Javier Cámpora hizo estrellar la pelota en el travesaño todos presagiaban un período inicial con Racing lanzado al ataque, apretando contra su campo a Newell's. Pero nada de eso sucedió.
Lejos de sentirse tocado por esa jugada, el equipo rosarino se adelantó de a poco en el campo y comenzó a manejar la pelota en la mitad de la cancha. Eso se debió a que durante los 45 minutos tanto Lucas Bernardi como Pablo Pérez dispusieron de tiempo y espacio para dominar el balón y distriburilo para sus compañeros.
Sin embargo, a Newell's le sirvió de poco manejar la pelota porque en la medida que se iba acercando a la valla de Sebastián Saja perdía sorpresa y justeza.
La primera jugada de riesgo para el conjunto dirigido por Gerardo Martino se vio recién a los 31 minutos, porque una corrida de Ignacio Scocco, en su primera aparición en el partido, termínó con un derechazo bajo que Saja alcanzó a desviar. El esférico quedó boyando en la puerta del área chica y fue rechazado por un cierre justo de Iván Pillud, quien de esa manera evitó que Víctor Figueroa pudiera convertir.
A esa altura del cotejo, Racing era todo confusión, no controlaba la pelota y sólo por algunas corridas aisladas de Adrián Centurión y Luciano Vietto preocupaba a la defensa rosarina, bastante interesada en hacer tiempo.
Sobre los 41, volvió a avisar el rojinegro con un tiro libre de Nacho Scocco que salió desviado cerca del palo derecho de Saja. Así se cerró, en lo que se refiere a llegadas hasta los arcos, un muy discreto primer capítulo.
El segundo tiempo fue mucho más discreto que el capítulo inicial. Racing intentó adelantarse en el juego, pero al igual que en los primeros 45 minutos no tuvo ni un conductor ni tranquilidad para manejar la pelota y superar asi a la defensa de Newell's.
Ante ese panorama, Newell's continuó sintiéndose cómodo. Siguió teniendo el patrimonio de la pelota, especialmente cuiando pasó por los pies de Pérez, pero ni aún viendo lo endeble de Racing se decidió a ir en búsqueda del triunfo.
A pesar de lo mediocre del juego, hubo dos situaciones de gol y ambas le pertenecieron a Racing. La primera a los 17 minutos, a través de un tiro libre frontal de Villar que Cámpora no pudo cabecear bien, tirando la pelota cerca del palo derecho.
Y la otra llegó ya en tiempo agregado, cuando Vietto empalmó de zurda una pelota que quedó en el área visitante y la tiró por arriba del travesaño.
Segundos después de que Racing no aprovechara el regalo de Newell's, el árbitro Patricio Loustau pitó el final y le bajó el telón a un partido para el olvido.
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