A tres semanas del Superclásico frente a River, Boca Juniors sufrió uno de sus peores golpes en su abúlico tránsito por el Torneo Inicial, al ganarle Belgrano, con pragmatismo y contundencia por 3-1 ante el imponente marco del Mundialista Mario Alberto Kempes.
Boca se ilusionó con un gol tempranero de Santiago Silva a los 3 minutos y la buena elaboración que tuvo, pero en 20 minutos se le empezaron a desmoronar las expectativas, a partir de un error global de la defensa en una pelota parada que permitió que Sergio Rodríguez igualara.
En el segundo tiempo, Boca ni siquiera tuvo tiempo de moverse porque a los 45 minutos, una guapeada del paraguayo Víctor Aquino ridiculizando a casi toda la defensa y convirtiendo el gol que enterró la aspiración del equipo de Julio César Falcioni.
Cuando Lucas Melano hizo la avivada que terminó en el tercer gol de Guillermo Farré parecía que Boca no estaba en la cancha, como que el segundo gol fue un golpe muy fuerte para soportar en pie.
Boca sumó tres partidos sin ganar, con dos derrota entre ellos, pero sobre todo el equipo no aparece y es vulnerable por lo bajo y por lo alto.
Y eso que empezó bien Boca, con una linda jugada en la que intervinieron Pablo Ledesma, Cristian Chavez -se lo imaginó enganche pero no fue tal- Walter Erviti con una buena asistencia y Silva, arrancó habilitado, frenó, esperó que Olave se moviera y convirtió a la izquierda del arquero.
Tuvo un par más pero Lucas Viatri estuvo en una tarde como la mayoría del resto de sus compañeros. Falló dos veces, una de ellas en una jugada por Sánchez Miño por izquierda y el delantero definió solo y mal cuando tenía al joven lateral-volante de un lado y a Silva del otro.
Belgrano había llegado poco hasta que Chavez bajó a Farré por derecha y Velázquez metió el centro, bombeado hasta el borde del área chica. Falló toda la defensa al punto que la pelota encontró el pie del uruguayo Rodríguez y se metió para el empate. El oriental pudo al fin marcar un gol a favor en este torneo ya que lleva dos en contra.
El segundo tiempo fue letal para Boca. Así como lo había madrugado a Belgrano en el primero, en el segundo el Pirata le devolvió la cachetada, pero con un golpe psicológico que luego quedó en evidencia.
Ni bien sonó el silbato de Patricio Loustau, Aquino recibió por izquierda sobre la línea media, dejó mal parado a Schiavi, ya de frente al arco le ganó la posición a Cellay, trabó fuerte ante un Burdisso que pareció ir suave, y el disparo del paraguayo se desvió en Orion, pero el rebote fue arriba y el delantero se incorporó rápido y volvió a ganarle la ubicación a Cellay y Somoza. Aquino cabeceó hacia abajo y el pique favoreció con el efecto a Belgrano porque la pelota cruzó la línea.
Salvo Sánchez Miño, toda la defensa había quedado pagando hasta la guapeada de Aquino.
Encima a los 22 minutos se fue Cellay por doble amarilla al bajar a Velázquez y como el ex-Estudiantes había reemplazado al uruguayo Emiliano Albin, Falcioni no pudo hacer mucho.
Vivísimo Lucas Melano vio el blanco por el lateral izquierdo y llegó hasta el fondo, se frenó y miró el panorama. Por el medio vio que entraba Farré y le convidó la pelota para que el volante convirtiera el tercer gol con un arco casi sin defensa.
Premio para Melano, por su gesta, premio para Farré que tuvo que jugar como volante por derecha para controlar a Sánchez Miño. Lo hizo bien pese a que no es su puesto habitual y encima hizo el gol, un mérito que lo erigió en una de las figuras.
Quedó algo más para Boca, con un par de intentos de Silva, pero Boca ya se había apagado, justo cuando quedan apenas dos partidos para volver a verse las caras con River.
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