Argentina conservó esta noche su liderazgo en las Eliminatorias Sudamericanas para Brasil 2014, al golear a Uruguay por 3-0 en un áspero clásico rioplatense, que se jugó ante 43 mil personas en Mendoza por la novena fecha.
Lionel Messi, capitán del equipo de Alejandro Sabella, abrió el camino del triunfo con un gol de derecha a los 20 minutos del segundo tiempo y lo cerró a los 34 con un tiro libre. Así, llegó a seis conquistas y comparte con Gonzalo Higuaín el puesto de máximo goleador en la competencia.
Sergio Agüero marcó el segundo gol a los 30 minutos, asistido por Angel Di María, luego de una buena maniobra colectiva.
Argentina, que sumó la tercera victoria consecutiva como local, manda en las Eliminatorias con 17 puntos, uno más que Colombia y Ecuador, y visitará el martes próximo a Chile en el último partido oficial del año.
Uruguay, último campeón y verdugo de Argentina en la Copa América del año pasado, se ubica cuarto con 12 unidades y jugará la fecha siguiente con Bolivia en la altura de La Paz.
El juego se planteó con un rival conservador, preocupado en neutralizar el poderío ofensivo adversario con dos líneas de cuatro, para lo que sacrificó a un goleador como Edinson Cavani en la tarea de contener las subidas de Pablo Zabaleta por el sector derecho.
Con Luis Suárez como única punta definida, el equipo de Oscar Tabárez le cedió el protagonismo al seleccionado argentino que, de todos modos, no encontró facilidades para llegar hasta el arco de Fernando Muslera en la primera parte.
En los 30 minutos iniciales, de absoluto dominio local, sólo Lionel Messi tuvo lucidez para sortear la marca escalonada, a partir de inspiraciones individuales frente a la imposibilidad de combinar con el resto de los componentes de ataque.
Tanto Angel Di María, impreciso por la banda izquierda, como Sergio Agüero y Gonzalo Higuaín, neutralizados en la sólida defensa uruguaya, no tuvieron gravitación.
La ocasión más clara del primer tiempo la gestó personalmente el astro de Barcelona. A los 27 minutos, protagonizó una fantástica apilada de rivales en espacios reducidos y envió un zurdazo que
rozó el travesaño y se estacionó sobre el techo del arco.
Tras esa acción, Uruguay le puso fin al asedio territorial y desnudó problemas defensivos sobre el costado derecho argentino, aunque sin generar real peligro para Sergio Romero.
Apenas un disparo de Cavani de media distancia y algunos córners ejecutados por Diego Forlán fueron sus intentos para la búsqueda del gol.
En el comienzo de la parte final, los jugadores evocaron la épica de fricción de los clásicos rioplatenses, primero en un revuelo por falta de Javier Mascherano a Diego Forlán y luego por una temeraria acción de Diego Lugano sobre Romero, en la que el árbitro le perdonó la merecida expulsión.
El juego, en tanto, no mostraba diferencias respecto de la etapa inicial. Argentina, abanicado sobre campo rival para abrir la defensa y Uruguay, replegado.
A los 12, ni Messi ni Higuaín, en segunda instancia, pudieron aprovechar un desborde de Agüero por la izquierda, que tomó mal parada a la última línea charrúa.
Sin embargo, el partido tuvo un vuelco impensado en 15 minutos, justamente después de la salida por lesión de Lugano, porque en la acción siguiente, cuando promediaban los 20, Messi abrió el marcador, al conectar de derecha, lanzándose al piso, una asistencia de Di María.
Diez minutos después, el crack argentino comenzó una jugada por el centro, combinó con Di María y el jugador de Real Madrid sirvió al "Kun" para el segundo.
Uruguay, totalmente desdibujado, quedó expuesto a la supremacía argentina, que tuvo su máxima expresión cuando Lionel, en su nueva especialidad -los tiros libres- burló nuevamente la resistencia de Muslera.
La goleada fue el cierre perfecto para una gran noche en Mendoza, donde el público cantó con la ilusión de "volver a dar la vuelta, como en el '86".
No hay comentarios:
Publicar un comentario