En su vuelta al estadio Monumental tras cinco fechas de suspensión, River Plate decepcionó en su juego, fue un manojo de nervios y recibió un duro golpe frente a Atlético Tucumán, que lo superó con justicia 2-0 y puso en peligro su liderazgo en la Primera B Nacional.
Problemas defensivos, con hombres en desventaja física con respecto a los adversarios, y la falta de convicción consitituyeron dificultades insalvables para el equipo de Matías Almeyda, que sufrió su segunda caída en el certamen.
Atlético fue un equipo compacto que marcó la diferencia en el gran primer tiempo que jugó con las conquistas de Luis Rodríguez y César Montiglio.
De momento el campeonato tiene tres punteros, River, Rosario Central e Instituto, pero los cordobeses pueden tomar el liderezgo en forma exclusiva en caso de imponerse este lunes como anfitriones de Boca Unidos.
Eso sí, los correntinos también disponen de la oportunidad de compartir la cima con los otros tres protagonistas, pero para darse semejante gustazo tendrán que cantar victoria ante La Gloria.
Atlético Tucumán soprendió con su planteo en el estadio Monumental y se vio beneficiado además por la pasividad, la imprecisión y los desajustes defensivos que tuvo River.
El comienzo fue de ida y vuelta, pero siempre River jugó peligrosamente al límite en su última línea frente a un ordenado e inteligente conjunto tucumano que presionó en gran medida en el centro del campo.
Con el 0-0 River pudo haber abierto el marcador en dos oportunidades causadas por el uruguayo Carlos Sánchez por derecha, pero en ambas fallaron los delanteros en la definición y no se logró romper la paridad.
Montiglio por derecha y Sebastián Longo por izquierda fueron una pesadilla para los laterales de River, además de los movedizos Luis Rodríguez y Mariano Martínez, quienes se hicieron difíciles de tomar.
A los 13 minutos, tras un pelota perdida en ataque por Sánchez, Rodríguez recibió en tres cuartos de cancha luego de que el paraguayo Adalberto Román dudara en salir, avanzó hacia el área y definió cruzado ante Leandro Chichizola.
Atlético no se conformó y cada pelotazo cruzado era un dolor de cabeza para la defensa local. Se jugaban 22 minutos cuando Román volvió a fallar, en esa ocasión al no poder despejar un esférico enviado por Martínez, aprovechó Montiglio y resolvió con eficacia ante Chichizola.
Tras el segundo tanto River no supo cómo dominar la situación, le faltó asociación de juego y sus avances terminaron siempre en acciones individuales ante un Atlético que pudo haber conseguido incluso una diferencia mayor e impensada en la primera parte.
En el segundo período River se paró unos metros más adelante, pero equivocó el camino y chocó contra la muralla tucumana.
Además, Atlético perdió por lesión a Montiglio y Longo y el visitante se quedó sin la enjundia que había demostrado en la primera parte.
Por su parte, River puso gente en ofensiva, pero careció de ideas y sólo llegó con pelotazos al área. La mejor oportunidad se vio a los 13 minutos, cuando Sánchez estrelló un cabezazo en el poste izquierdo.
El desarrollo del partido fue en general desprolijo, pero Atlético estuvo tranquilo con la ventaja ante un impotente River que con el correr de los minutos se desesperó y cayó en la intrascendencia
No hay comentarios:
Publicar un comentario