El ‘Cabezón’ Enrique Omar Sívori, consagrado en la Juventus de Italia, fue un jugador emblemático del fútbol argentino por ingenioso, creativo y gambeteador, virtudes de ‘Los Carasucias’, integrantes de la selección que ganó el Campeonato Sudamericano Perú 1957. Nació el 2 de octubre de 1935, en San Nicolás, Argentina y falleció a los 69 años, en Buenos Aires, el 17 de febrero de 2005.
Goleador de temer y dotado de alta capacidad creativa, Sívori tenía un regate atrevido y exquisito.
El delantero se lució en el equipo albiceleste que obtuvo el Sudamericano de Lima y que estaba integrado por audaces juveniles, apenas salidos del cascarón, que luego se desempeñaron con éxito en el exterior.
Sívori se consagró en aquel certamen disputado en Perú, al que fue llevado por el entrenador nacional Guillermo Stábile, como uno de los integrantes de una temible delantera.
Formaban aquel memorable ataque Sívori, Oreste Corbatta, Humberto Maschio, Antonio Angelillo y Osvaldo Cruz.
Su brillo en la selección, en la que marcó nueve goles en 19 encuentros, llamó la atención de la poderosa Juventus de Italia, que adquirió su pase, junto con los de sus compañeros Angelillo y ‘Bocha’ Maschio, en una cifra récord marcada para la época, poco tiempo después de la consagración en Lima.
En el fútbol italiano, Sívori fue tres veces campeón de la Liga en Juventus (1957-1958, 1959-1960 y 1960-1961) con una impresionante marca de 134 goles en 215 partidos oficiales.
También obtuvo las copas de Italia de 1959 y 1960, y acercó a la gloria al modesto Nápoles, al que condujo al subcampeonato, el mejor puesto alcanzado en aquella época por el equipo del sur italiano, con 12 goles en 63 encuentros.
Su exitosa carrera le permitió adoptar la ciudadanía italiana y jugar con la camiseta de los ‘azzurri’ en el Mundial de Chile 1962.
En el fútbol argentino tuvo sólo un lapso fugaz como delantero retrasado por izquierda de River Plate.
Sívori jugó en River entre 1954 y 1957, con 28 goles en 63 encuentros y tres títulos obtenidos, en los campeonatos de primera división de 1955, 1956 y 1957.
Tras su retiro se dedicó a la dirección técnica. Condujo varios clubes: River, Racing Club, Vélez Sarsfield y Rosario Central, también dirigió a la selección argentina en la eliminatoria sudamericana para el Mundial Alemania 1974, pero fue desplazado del cargo de seleccionador antes de comenzar la cita máxima por diferencias con los dirigentes.
Con el tiempo, Sívori radicó otra vez en Italia y se convirtió en un hombre de consulta permanente para los clubes de aquel país, para conocer su visión acerca de los nuevos valores que surgían en el fútbol sudamericano y sus posibilidades de triunfar en el exigente ‘Calcio’ italiano.
Descubierto por el ‘Tano’ Renato Cesarini
El ‘cabezón’ Sívori nació el 2 de octubre de 1935 y comenzó su trayectoria en el club Teatro Municipal, de la Liga de San Nicolás, donde lo vio aquel técnico y descubridor de cracks que fue el ‘Tano’ Renato Cesarini, quien lo llevó a River con 15 años para jugar en la cuarta división.
Según el diario La Jornada, su nombre fue impuesto a una calle de San Nicolás, y hace pocos meses atrás el Concejo Deliberante de esa ciudad aprobó la construcción de una estatua, diseñada por el Estudio Pugliese, que lo recordará en la esquina de Guardia Nacional y la avenida Alberdi de esa ciudad.
San Nicolás, a 245 kilómetros de la Capital Federal, Sívori forjó su clase y temperamento en los campitos de su barrio. “Era una atracción ya de chiquitito, todos venían a ver cómo tocaba la pelota. Un verdadero crack”, afirmaba Ángel Massimo, quien presidía el Club Teatro Municipal.
Uno de los mejores de sudamérica
Sívori jugó de mediocampista ofensivo y es considerado uno de los mejores futbolistas argentinos de todos los tiempos, siendo incluido en la lista FIFA 100. Ocupa el decimosexto lugar en el ranking del Mejor jugador sudamericano del siglo publicada por la Federación Internacional de Historia y Estadística de Fútbol (IFFHS), en el 2004. Además, integró la lista de los 50 Mejores Jugadores del Siglo XX elaborado por expertos e historiadores de FIFA y publicados también por IFFHS en 2004.
‘El maradona de los 60’
Sívori anotó más de 220 goles en 441 partidos a lo largo de su carrera, así lo avala avalan la opinión de los expertos, que nunca olvidarán su andar desfachatado, las medias caídas y sus enojos ante cada falta recibida.
“La única manera de hacer divertir a tantos miles de espectadores que van a ver un partido de fútbol es divertirse uno mismo. Si uno no se divierte, no puede hacer divertir a los demás”, confesaba el talentoso jugador al que muchos apodaron ‘El Maradona de los 60’.
Anécdota
Ironías del destino, su último partido como profesional se produjo ante la Juventus de Herrera… en el que terminó expulsado por una falta que no cometió.
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