Pagina Siete
Hubo partidos benéficos de Lionel Messi y otros jugadores del Barcelona en 2013 que fueron utilizados para blanquear dinero de uno de los principales cárteles del narcotráfico mexicano, el de Los Valencia. Así lo asegura a la Agencia Antidroga (DEA) estadounidense un testigo protegido, preso en EEUU y dispuesto a colaborar.
La DEA, tan famosa a costa de las películas de Hollywood, sigue rastreando el dinero negro que pudo moverse en los encuentros de fútbol denominados comercialmente Messi & Friends (Amigos de Messi en castellano) que tuvieron lugar en distintos países latinoamericanos en 2012 y 2013, en una causa cuya rama española se investiga en un juzgado madrileño, el 51 de Instrucción de los de la capital.
La última novedad de las pesquisas que llevan a cabo los agentes de EEUU es, según ha podido saber este periódico, que un testigo protegido ha corroborado las sospechas e indicios recopilados por los agentes.
Su testimonio: que importantes narcotraficantes colombianos se encontraban detrás de la organización de dichos encuentros para lavar dinero procedente del narcotráfico. Según las informaciones de este testigo, cuya identidad los agentes mantienen en secreto gracias al plan estadounidense de protección de arrepentidos, el cártel mexicano de Los Valencia utilizó esos partidos, en los que tomaron parte Messi y otros futbolistas del Fútbol Club Barcelona (Pinto, Dani Alves y Mascherano), para blanquear dinero procedente de droga gracias a la compra ficticia de entradas, básicamente a través de la denominada fila cero.
El cártel de los Valencia nació en Michoacán (México), cuando el gran patriarca, José Valencia, comenzó a sembrar marihuana y amapola en el municipio de Aguilillas. Después de varias generaciones, su poder se vio reforzado en Centroamérica al sumarse al cártel de Sinaloa.
Este testigo protegido, clave para guiar a los agentes a través de los recovecos por los que habría discurrido el dinero procedente de la droga, y que afirma que se utilizaron varios encuentros de Messi & Friends para estos menesteres, con los jugadores de fútbol como reclamo (del F.C. Barcelona y de otros clubes), se halla actualmente recluido en una cárcel estadounidense y dispuesto a colaborar con las autoridades, según ha podido saber este diario por fuentes de la propia investigación.
Fundación Leo Messi
Los partidos fueron organizados por la Fundación Leo Messi, dirigida en ese momento por Jorge Messi, padre del futbolista argentino del Fútbol Club Barcelona, pero no ha trascendido si, para las autoridades antidroga estadounidenses, el propio futbolista y su entorno habrían tenido conocimiento de las presuntas conexiones de estos partidos con el narcotráfico.Desde el entorno de Messi, consultado este jueves por este diario, prefirieron no hacer comentarios, ya que, afirmaron, «todo lo que había que decir se dijo hace tiempo y se demostró que la Fundación Messi no tenía nada que ver con este asunto».
Este diario ya publicó que uno de los empresarios que montaban los eventos en Latinoamérica, el colombianoAndrés Barco, admitió ante el juez, y en una entrevista con EL MUNDO, haber ingresado 1,7 millones de dólares procedentes de uno de estos partidos benéficos en una cuenta que le indicó Guillermo Marín, conseguidor de jugadores para estos eventos y representante de Leo Messi en Argentina. En aquel partido,las ONG que supuestamente iban a recibir una parte de la recaudación en donativos denunciaron públicamente no haber cobrado absolutamente nada.
A Marín le colocan los investigadores un papel importante en la presunta trama, al ser la persona encargada de mediar entre los empresarios y el verdadero reclamo que habría permitido mover grandes cantidades de dinero, susceptibles de blanqueo.
Citado el 16 de marzo
Guillermo Marín, de hecho, fue llamado a declarar por el juez Eduardo López-Palop para aclarar su participación en los hechos el pasado 16 de marzo, pero el representante de Messi en Argentina se excusó en la existencia de diversos eventos en Argentina para no acudir. La instrucción judicial sigue no obstante en marcha al hilo de la denominada Operación Firmamento.
La de Marín habría sido la segunda declaración judicial de la causa, después de la de una persona de la organización de los partidos, que tuvo lugar en Madrid en el otoño de 2013, y luego de la declaración ante la Guardia Civil, en calidad de testigos, de varios jugadores del Fútbol Club Barcelona, quienes prestaron testimonio en las propias dependencias del club, como publicaron en su momento varios medios de la Ciudad Condal.
El mecanismo de blanqueo por medio de la llamada fila cero sigue una dinámica muy sencilla. El nombre viene a denominar una cuenta en que cualquiera puede ingresar dinero, a modo de donativo, para la causa benéfica de turno. Al final, la cuenta viene a ser un receptáculo en el que puede aparecer, por arte de magia, una gran cantidad de dinero supuestamente donada. Dado que no hay que vender entradas a cambio de esas cantidades, su fiscalización es compleja y dudosa. Ésa habría sido la vía, según el testigo protegido de la DEA, por la que se blanqueó el dinero.
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