Godoy Cruz se puso este viernes a un punto de la cima del torneo Clausura porque venció al cada vez más comprometido Quilmes 2-0 en el Estadio Juan Gilberto Funes, en San Luis.
En el primer adelanto de la decimocuarta fecha, el Tomba se consolidó como escolta por los goles de Rubén Ramírez y Diego Vilar, ambos en la etapa inicial.
Si bien el equipo mendocino redujo la brecha que lo separa de la cúspide, por este mismo capítulo el líder Vélez Sarsfield todavía debe jugar, ya que el domingo visitará a Lanús.
En cuanto a Quilmes, se mantiene último en la tabla de los promedios y su margen de error se achicó en forma considerable, por lo que se le va a tornar muy difícil eludir el descenso directo de la categoría.
Quilmes sorprendió al encumbrado conjunto cuyano al salir a buscar con decisión el arco de Sebastián Torrico.
De todos modos, Godoy Cruz corrigió gradualmente sus imprecisiones y cuando comenzaba a emparejar las acciones se colocó en ventaja en el tanteador.
A los 13 minutos, Tito Ramírez disparó desde fuera del área grande y venció la resistencia de Hernán Galíndez.
Tras esa apertura en el marcador el juego se volvió trabado porque Quilmes olvidó su libreto inicial y Godoy Cruz prevaleció en la superpoblada zona media.
A los 30, Juan Carlos Falcón desbordó por izquierda y mandó un centro rasante que fueron a buscar apurados Fabricio Fontanini y Villar, claro que con intenciones opuestas, pero como consecuencia el balón se dirigió en forma indetenible hacia el rincón inferior derecho de la valla de Galíndez.
El segundo tanto aturdió a la formación cervecera, pero los propios errores del Bodeguero le permitieron volver al partido. El visitante tuvo dos chances claras, pero su propia impericia le impidió achicar la diferencia.
Sobre el final de la etapa Godoy Cruz justificó la ventaja y dejó una imagen evidente de superioridad.
En el segundo episodio la alineación conducida por Ricardo Caruso Lombardi procuró el descuento con insistencia y, si bien dispuso de escenas como para conseguirlo, también quedó expuesto a las réplicas profundas de los anfitriones.
Pero el 2-0 se tornó inamovible, por lo que toda la esperanza quedó en poder de Godoy Cruz, mientras la tristeza fue cervecera.
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