El técnico de la selección argentina, Sergio Batista, pagó una deuda que según muchos explica la sequía de títulos de la ‘albiceleste’ en los mundiales: la visita a una virgen a la que le hizo una promesa antes del título de 1986.
Batista y su ayudante de campo, José Luis Brown, abandonaron la concentración antes de la victoria por 4-2 sobre Paraguay para llegar a Jujuy, donde hace 25 años el plantel que luego conquistó el Mundial de México le hizo una promesa a la Virgen de Copacabana.
Antes de la Copa de 1986, Argentina trabajó durante 10 días en el pueblo de Tilcara, ubicado a 2.400 msnm, para adaptarse a la altitud de México.
Según las crónicas de aquella época, el técnico Carlos Bilardo y sus dirigidos le prometieron a la Virgen volver si los acompañaba a la consagración en México, donde Maradona fue elegido el mejor del Mundial. Pero los campeones nunca volvieron a visitar a la Virgen y los lugareños atribuyen esa promesa rota a la falta de títulos.
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