Tigre tuvo este domingo el premio a la insistencia y a proponer siempre el buen juego, y por eso le ganó 3-1 un partido clave a un San Lorenzo de Almagro que se hunde en la Zona de Promoción y debe cambiar la imagen en las últimas dos fechas si quiere quedarse en Primera División.
El cuadro de Victoria, que tuvo como goleadores a Ezequiel Maggiolo y Román Martínez, salió con este resultado de la Zona de Promoción y se anima a pelear el campeonato, ya que quedó a sólo un punto de Boca Juniors, el líder.
San Lorenzo, en tanto, regaló un tiempo y cuando intentó despertar ya era tarde porque, a pesar del descuento de Leandro Romagnoli, sufrió las expulsiones de Enzo Kalinski y Walter Kannemann, y la ventaja territorial y numérica que le dio a su rival fue letal.
La figura del encuentro fue Martínez porque no sólo anotó los dos goles que liquidaron el partido, sino porque también fue una rueda de auxilio para todos sus compañeros.
La primera parte tuvo un comienzo vertiginoso por la dinámica y la enjundia que propuso Tigre ante un expectante San Lorenzo, decidido a contraatacar con la potencia de Emmanuel Gigliotti y alguna aparición de Néstor Ortigoza.
En los once minutos iniciales Tigre creo tres jugadas claras para abrir el marcador, producto ellas del aceitado juego por las bandas, y de la desconcentración en la última línea del Ciclón en cada pelota aérea.
A los 6, Carlos Luna le bajó de cabeza la pelota a Ezequiel Maggiolo dentro del área y éste estrelló su remate en el palo de un Pablo Migliore que no pudo cortar el pase. Dos minutos más tarde, Mariano Echeverría ganó en el área y el arquero de San Lorenzo le tapó un tremendo cabezazo abajo, y a los 11 fue Carlos Luna el que casi anota, con una chilena que salió pegada al poste izquierdo.
San Lorenzo intentó reaccionar con dos guapeadas de Gigliotti, pero el conjunto visitante no tuvo los recursos necesarios para la creación de juego, y sólo trató de sacarse la pelota de encima, una postura muy peligrosa en este reducto y contra un rival necesitado de la victoria.
Después de un lapso intrascendente, apareció Diego Morales y así Tigre consiguió romper la paridad. Se jugaba el minuto 35 cuando Cachete habilitó a Maggiolo, quien, luego de un error de Jonathan Bottinelli, ubicó el esférico con un toque suave al lado del poste derecho.
En los 10 minutos finales, Ortigoza se puso el traje de conductor, pero, más allá de alguna buena asistencia, estuvo muy solo para inquietar al local. En el comienzo del segundo período San Lorenzo tuvo un cambio de actitud y tomó la iniciativa, pero Tigre le dio un mazazo a los 9 minutos. Morales se mandó una apilada por derecha, cuando entró al área la pelota le rebotó a Bottinelli y le cayó a Martínez, quien a pesar de pegarle mal, la envió al fondo de la red.
A partir de ese momento Tigre se paró para jugar de contraataque y eso le dio a Leandro Romagnoli la posibilidad de influir en el juego a partir de su habilidad e inteligencia.
Esa situación le permitió al Pipi marcar el encuentro a los 17 minutos, a través de un perfecto tiro libre, que se metió junto al palo izquierdo de Javier García.
Cuando parecía que San Lorenzo podía llegar al empate sufrió las expulsiones de Kalinski y Kannemann, ambas por doble amarilla, y así Tigre tuvo el camino allanado para rematar el partido.
A los 39 llegó el tercero del Matador. Otra vez Morales, esta vez por izquierda, enganchó hacia adentro y tocó atrás para Martínez, quien sacó un disparo rasante que se metió junto al palo derecho de un sorprendido Migliore.
Victoria justa de Tigre, que fue el equipo que más propuso frente a un San Lorenzo que nuevamente se va con las manos vacías por haber especulado demasiado.
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