Rodrigo Palacio, Javier Mascherano y Maximiliano Rodríguez anotaron los tantos del equipo sudamericano
Aunque parezca mentira. Trinidad y Tobago pudo, merced a la suerte, obtener un mejor resultado ante Argentina, cuyos jugadores hicieron el mínimo esfuerzo y consideraron al amistoso ante los caribeños como un trámite burocrático con poca importancia, pero necesario de resolver.
El partido, jugado anoche en Buenos Aires, tuvo un solo protagonista, que no hizo mucho para merecer tal calificación, mientras que los trinitarios hacían cuanto podían.
Pese a ello, a los vestidos anoche de azul les costó muchísimo llegar a la apertura de la cuenta, que fue obra de Rodrigo Palacio, sobre los 46 minutos de la primera parte, cuando parecía que la fracción inicial terminaría con igualdad a cero.
Un tiro de esquina servido desde la izquierda permitió a Palacio cabacear el balón sin marca. El arquero de los locales llegó al balón, pero hizo que rebotara en la espalda de un compañero y llegue al fondo de las redes.
Uno a cero de carambola, después de haber desperdiciado, al menos, tres claras oportunidades de abrir la cuenta.
A los cinco minutos de reiniciadas las acciones, la defensa visitante cometió una falta en el ingreso al área grande. Lionel Messi ejecutó el tiro libre correspondiente, pero quedaba claro que no habría de marcar goles en la noche bonaerense, pues su impecable remate se estrelló contra el primer palo del arco rival, pero el balón volvió hacia el área chica, donde Javier Mascherano lo empujó hacia el arco. Dos a cero. Cosa juzgada, si cabe.
El tercero fue resultado de un impecable contragolpe lanzado por Palacio, quien rompió la trampa de la posición adelantada para burlar al arquero rival, pero la pelota se le fue muy larga, por lo que debió esforzarse para llegar a la línea de fondo.
Antes de que salga de la cancha, la frenó y cedió un pase a Rodríguez, quien hizo el tercero, a los 19 minutos.
Sin posibilidad de apelación.
Argentina se medirá con Eslovenia, en su último partido de preparación previo a la Copa Mundial de Brasil.
Trinidad y Tobago expuso entusiasmo, pero no fue un exigente rival, aunque satisfizo las necesidades del seleccionador argentino Alejandro Sabella.
El dueño de casa mostró que puede generar peligro, que tiene sus principales cartas --vaya novedad-- en el ataque y el partido sirvió para que el zaguero central Martín Demichelis vuelva al equipo de su país.
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