Frente a la mirada desde un palco de Ramón Díaz, River Plate le ganó a un desconocido Lanús por 1 a 0, y permitió que Vélez Sarsfield, que en su cancha derrotó a Unión, se consagrara campeón anticipado del Torneo Inicial.
Si bien mostró las limitaciones que tenía, sobre todo en ofensiva bajo la conducción de Matías Almeyda, la victoria riverplatense tonificó la esperanza de arrancar una nueva etapa con el técnico más ganador en la historia del club.
El uruguayo Rodrigo Mora volvió a ser decisivo en el Monumental, marcó el gol del triunfo y se estableció como el punto más alto del equipo de Núñez durante el torneo.
Un valor importante que tuvo River fue la vuelta de Marcelo Barovero, quien a los 13 minutos le sacó un mano a mano a Diego Valeri, cuando el encuentro estaba cero a cero.
Lanús pareció por momentos un equipo perdido, que no mostró autoridad para buscar la victoria que le permitiera alargar la definición del campeonato. Terminó el partido con 10 hombres por la expulsión de Guido Pizarro, lo que representó una clara muestra de la impotencia por quedarse con las manos vacías.
Lo desprolijo del primer tiempo se debió al escaso nivel futbolístico que volvió a exhibir River, y a la intermitencia que tuvo el juego de Lanús, que trató de administrar sus energías, por la alta temperatura, y no salió decidido a lanzarse sobre el arco de Marcelo Barovero.
Así y todo, Lanús tuvo ideas más clara para atacar, manejó mejor la pelota, y de la mano de Diego Valeri llegó a las inmediaciones del arco rival, pero claro está, careció de profundidad.
River fue un equipo desordenado y desdibujado, que apostó todo a alguna guapeada de uruguayo Carlos Sánchez o de algún bombazo desde afuera del área de Leonardo Ponzio.
En medio de lo discreto del juego, Lanús tuvo dos oportunidades para romper la paridad, sin ser ellas tan claras. La primera se dio a los 24 minutos con un remate cruzado del uruguayo Mario Regueiro, y luego con un disparo de Mauricio Pereyra sobre los 33, que salió cerca del palo derecho.
River tuvo demasiadas imprecisiones para manejar la pelota, especialmente de mitad de cancha hacia adelante, y su única aproximación se dio recién a los 44, con un cabezazo del uruguayo Rodrigo Mora, que terminó en las manos de Agustín Marchesín, tras un centro desde la derecha de Sánchez.
En el complemento hubo chispazos de buen juego colectivo de ambos lados, y por eso el partido mejoró, en tanto que ambos equipo merodearon el arco rival con mayor asiduidad.
Cuando se enteró del primer gol de Vélez, Lanús sintió el golpe y ya no mostró la misma fuerza para ir en búsqueda del triunfo.
River, en tanto, se cansaba de desaprovechar oportunidades en los pies de Rogelio Funes Mori, quien perdió dos mano a mano clarísimos con Marchesín, pero cada vez que atacaba se veía que podía encontrar la victoria.
Finalmente, a los 31 minutos, River quebró la paridad con un cabezazo de Mora luego de un perfecto tiro libre ejecutado por Ponzio desde la derecha.
River consiguió una valiosa victoria que alimenta el sueño de enderezar su presente bajo la conducción del "Pelado" Díaz, y logró vengarse de Lanús, recordando que en el último partido entre ambos la victoria del "Granate" determinó que al conjunto de Núñez jugara la Promoción, la cual terminó con el posterior descenso.
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