miércoles, 5 de diciembre de 2012

Tigre 0 - 0 São Paulo

El modesto Tigre argentino igualó 0-0 con el brasileño Sao Paulo en el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana, disputado en La Bombonera, y necesitará de una hazaña en el Morumbí la semana próxima para mantener su ilusión.

Todo indica que una victoria bonaerense en el gigante de cemento paulista sería un resultado heroico en relación a la historia del conjunto argentino frente a un rival experimentado, con jugadores de selección, y seguramente arropados por una multitud.

El encuentro, veloz y dinámico en los primeros minutos, perdió a dos protagonistas por tarjeta roja a los 13 tras una agresión mutua entre el defensor argentino Donatti y el delantero brasileño Luis Fabiano.

Esta circunstancia disminuyó buena parte de los recursos ofensivos del conjunto paulista, ya que Luis Fabiano era el único delantero de la formación, ante un rival dispuesto siempre a romper juego brasileño pero que comenzó a tener un defensa de más, sin aprovecharlo al no cambiar su esquema.

Con Osvaldo, Lucas y Jadson en la creación y obligados a prolongar su tarea en funciones de ataque, el Sao Paulo se las arregló para apoderarse del balón y lanzarse hacia adelante con el apoyo de algún defensor adelantado, como Paulo Miranda, en un intento de sorprender a los bonaerenses.

Pero con pocos paulistas para atacar y muchos de Tigre para defender ambos equipos se repitieron, el partido perdió dinamismo y precisión y la primera parte se consumió en la intrascendencia, salvo por dos aproximaciones fallidas del Tigre a los dominios de Rogério Ceni a través de Maggiolo y Echeverría.

Aflojó su ritmo de juego el Sao Paulo en el segundo tiempo y durante varios minutos el equipo argentino se instaló en su campo. Los dirigidos por Ney Franco recurrieron a las faltas y con jugadas a balón parado Tigre los tuvo encerrados en su área.

Le costó a los brasileños pasar de su campo al del rival con el balón controlado como lo hicieron en la primera parte. Lucas se equivocó demasiado con la pelota, Osvaldo perdió presencia en la elaboración del juego y la salida a campo de Cícero por Jadson no daba resultados.

No obstante, por el poderío de ambas formaciones, el empate en Buenos Aires convenía menos al Tigre que al Sao Paulo, ya que se entiende que el próximo miércoles, en el estadio Morumbí, al equipo argentino se le hará cuesta arriba obtener una ventaja en la primera final de un torneo internacional de su historia.

A falta de un cuarto de hora para el pitido final los jugadores paulistas consultaban la hora a su banquillo. Tigre empujaba más de lo que atacaba, carecía de claridad. El brasileño Lucas, en una jugada aislada, se despertó y en de manera individual llegó más cerca que nunca al marco de Albil a los 81 minutos.

Terminó sin despertar pasiones del encuentro, con un Sao Paulo conforme según las apariencias y un Tigre feliz de estar en el lugar que está, con tiempo todavía para mentalizarse para la gran final.

Este partido de ida de la final de la Copa Sudamericana se jugó en el estadio Alberto Jacinto Armando, La Bombonera, de Boca Juniors, ante 19.000 espectadores.

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