La Argentina de Lionel Messi emprendió viaje la tarde de ayer a Ecuador, donde jugará uno de los partidos más dramáticos que le haya tocado en los últimos tiempos, bajo la amenaza de quedar fuera del Mundial Rusia 2018.
Sin noticias aún sobre qué equipo dispondrá en la cancha el DT Jorge Sampaoli, los argentinos parten con destino a Guayaquil, la escala antes de trepar el martes a la temida altitud de 2.800 metros de Quito, sede del encuentro.
"Si jugás con la intensidad que habitualmente muestra Argentina, va a estar bravo. Porque la altura se siente. Sampaoli dirigió mucho tiempo en Ecuador, tiene que saber cómo plantearlo. Si atacás los noventa minutos, terminás muerto. Igual, yo creo que nos clasificamos”, declaró al sitio web de Clarín el ex-DT de Messi al ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Pekín-2008, Sergio Batista.
Mientras tanto, sigue el "silencio stampa” (con la prensa) de los jugadores, en protesta desde hace casi un año, por haber acusado al delantero Ezequiel Lavezzi de fumar marihuana en la concentración. A Sampaoli tampoco le gusta hablar fuera de las conferencias de prensa.
Lo único que pudo vislumbrarse del último entrenamiento fue probar a los volantes Enzo Pérez y Eduardo Salvio, en reemplazo de Ever Banega y Alejandro Gómez. Nada extraordinario, en un equipo que hace tiempo carece de una identidad de juego y un estilo que al menos recuerde al que tuvo Argentina en épocas mejores.
La prensa local especula que Mauro Icardi podría regresar al centro del ataque en lugar de Darío Benedetto, quien falló varios goles en el empate con Perú sin goles el jueves.
La escuadra albiceleste quedó obligada a ganar para asegurarse la repesca en partido y revancha con Nueva Zelanda. Aún puede aspirar a un pase directo al Mundial, pero en dependencia de lo que suceda en otros partidos. Paraguay, Uruguay, Colombia, Chile y Perú son los adversarios por las tres plazas vacantes y una repesca.
Con un empate o una derrota también puede lograr el consuelo del repechaje, pero deben encadenarse resultados, incluso algunos muy improbables.
Lo cierto es que Messi y la Argentina están hoy en la última fecha más lejos de Rusia.
¿Doblará la pelota?
Un dato significativo del ambiente de tensión que se vive fue que el capitán Messi y el caudillo Javier Mascherano no dejaron la concentración, al contrario de la mayoría de jugadores que aprovecharon el tiempo libre para estar con sus familias.
A Mascherano y Messi sólo los acompañaron los mediocampistas Lucas Biglia y Ángel Di María, y el arquero suplente Nahuel Guzmán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario