Lionel Messi no fue el jugador espectacular del Barcelona ni llenó los ojos del público que asistió ayer al Hernando Siles, pero sí mostró destellos de su clase cuando se animó a ir al frente. Fue distinguido por el presidente Evo Morales al final del partido, recibió un par de obsequios y luego se quejó de la altura. Desde el inicio pareció cansado, se lo vio como desconectado, moviéndose poco y sin hacer mucho esfuerzo.
Las veces que tuvo el balón, lo tocó muy rápido. A los siete minutos remató alto un tiro libre, después de una falta sobre Ángel Di María. En las pocas ocasiones que se animó a correr Bolivia tuvo problemas. A los 18 minutos, arrancó cerca de la media cancha, dejó a dos hombres en el camino, tocó para Ángel Di María, éste para Rodrigo Palacio, quien se demoró y remató al cuerpo de Sergio Galarza, aunque el golero había achicado muy bien.
Después del “esfuerzo” y como sucedió tras cada contacto con el balón, se dobló para recuperar fuerzas. A los 34’ Luis Gutiérrez le entró fuerte en dos oportunidades, el árbitro sancionó la segunda falta. El “10” cobró rápido, habilitó a Palacio, quien envió el centro y Di María cabeceó arriba.
Su aporte fue mayormente intrascendente, hasta que en el 44’ volvió a aparecer y Argentina logró el tanto de la igualdad. Tomó el balón, giró, hizo la pausa y entregó a Clemente Rodríguez, quien llegó por la izquierda y envió el centro que Éver Banega cabeceó sin saltar, sin marca y decretó la igualdad. Según medios argentinos, antes de volver a la cancha el astro vomitó y por eso la reanudación se prolongó por más de 15 minutos.
En la segunda parte pasaron varios minutos hasta que entrara en el partido. A los 9’ tomó la pelota, pero fue parado rápidamente por los defensores nacionales. Dos minutos después hizo gala de su técnica y tuvo a maltraer a Edward Zenteno y Diego Bejarano. A los 32’ cobró un tiro libre, y Galarza tuvo que esforzarse para alejar el peligro.
A medida que se acercaba el final tuvo un poco más de movilidad. En el 39’ le quitó un balón a Ronald Raldes, quedó solo frente al golero boliviano; pero en el mano a mano el que ganó el duelo fue Galarza. Pudo ser el tanto del triunfo de la Argentina, pero el mejor jugador del mundo falló la gran oportunidad de romper la mala racha que tiene con Bolivia, a la que nunca le pudo anotar después de cinco enfrentamientos.
El astro se fue con bronca de Miraflores
Lionel Messi no ocultó su “bronca” por la opción de gol que desperdició en los minutos finales y que pudo darle la victoria a su selección. Culpó a la cancha de su inefectividad, aunque se fue contento por el empate que consiguió Argentina, que, según dijo, le acerca al Mundial de Brasil 2014. “Cuando juegas normal te recuperas más rápido, aquí cuesta mucho más. Dentro de lo que te permite la altura, el resultado es relativamente bueno”, dijo al final del partido.
De la jugada en la que perdió en el mano a mano con Sergio Galarza y pudo significar el tanto de la victoria para su equipo, comentó que “da un poco de bronca”. Sostuvo que “dudé un poquito, al arquero lo tenía encima y la cancha seca no ayudó para poder pasarlo”. Insistió en que “me quedé con bronca, pues por el esfuerzo que hicimos, podíamos haber terminado ganando”. En La Paz “mucho no se puede jugar, físicamente te pasan por arriba, sabíamos eso, que al principio nos iban a ir a buscar; pero hicimos el juego que teníamos que hacer”.
Destacó el juego de todos sus compañeros, pues gracias al esfuerzo de todos se pudo conseguir la igualdad. Aseguró que Argentina está “cerquita” del Mundial de Brasil. “Lo mejor de todo es que estamos muy bien, se nota dentro de la cancha, y fuera el grupo está espectacular”.
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