El contexto era el de una zona mixta en la que los jugadores de la Selección desfilaban a la salida del vestuario del Arena do Gremio con el alivio como principal atuendo por el triunfo ante Qatar y la clasificación para cuartos de final. Pero Nicolás Tagliafico se detiene para charlar un rato largo con los medios argentinos en un mano a mano profundo que no se quedó únicamente en un análisis del 2-0 del domingo, aquí en Porto Alegre. El lateral izquierdo de 26 años habló como juega, sin filtros, con templanza y crudeza para describir la actual situación de una Selección que es una obra en construcción. De la autocrítica a la reflexión en un diálogo al que sólo le faltó un café de por medio. Un Tagliafico auténtico.
-¿Fue una descarga, un desahogo, un alivio?
-Un poco de todo. Había que ganar. Para nosotros era muy importante porque teníamos que seguir en la Copa.
-¿Cuál es el balance que hacés del equipo en la fase de grupos?
-No nos fue como queríamos. No jugamos como queríamos. Pero estamos en la segunda ronda y hay que aprovecharlo. Contra Qatar pudimos, sí, presionar alto al principio y al poder hacer el gol temprano se acomodaron un poco más las cosas. Quizá los dejamos avanzar mucho en el campo. Ellos tienen una idea muy buena, con movilidad. Y eso nos generó problemas. Quieras o no, nos hizo meternos un poco atrás y eso no estuvo para nada bueno. En el segundo tiempo dejaron más espacios y nosotros ahí generamos mucho más. Encontramos más libertades con Leo (Messi), con el Kun (Agüero), con jugadores que podían salir de contraataque y aprovechar los espacios del rival.
-Vos ya tenés un Mundial, si bien sos de los “nuevos”, sumás experiencia, ¿cómo estuvo el grupo en estos días en los que los resultados no se daban?
-Había un poco de tensión. Un poco de bronca también porque no salían las cosas que queríamos hacer. Y a veces cuando eso sucede, como pasó en los primeros dos partidos, nos agarra un poco de desesperación a la hora de tomar decisiones. Eso nos hace generar pérdidas y las pérdidas nos traen más problemas. Todo eso generaba una atmósfera en la que uno no quería estar jugando ni viviendo eso. Es fundamental la personalidad en ese momento. Cuando pasa algo así hay que darle para adelante y confiar en que tenemos grandes jugadores para poder seguir.
-Scaloni dijo que el equipo perdió el miedo. ¿Fue así?
-No sé si la palabra es miedo. Cuando no salen las cosas uno empieza a hacerse preguntas en la cabeza para uno mismo. Y en vez de jugar simple con la pelota, uno intenta hacer un pase que no debe. Pasa mucho eso dentro de un mismo partido. Hay momentos en el que hay que tranquilizarse adentro de la cancha para que el equipo fluya sin necesidad de querer de llegar rápido al arco. Todo eso genera momentos malos en el campo que después perjudican porque te llegan una vez y la preocupación aumenta. Ahora se ganó, no encontramos el juego que queremos todavía, pero se ganó.
-No clasificar hubiera sido…
-Muy duro. Una Selección como la Argentina en la Copa América siempre tiene que estar peleándola, arriba. Pero esto es fútbol y cuando las cosas no van y no se hacen como uno quiere esto puede pasar. Hoy podríamos estar hablando de que nos quedamos afuera porque empatamos. Todo esto nos tiene que servir de experiencia. Estamos en cuartos de final y vamos a hacer todo lo posible para volver a ganar y avanzar, pero hay que saber que esto es un proceso que va a llevar tiempo. Lo más importante acá es formar una base y poder empezar a construir desde ahí. No hay que tapar agujeros ni ir a los ponchazos, como podamos, poniendo parches. Creo que eso nos perjudica más. Como argentinos siempre pedimos resultados, ganar y ganar, ser campeones. Todos queremos salir campeón, esto está claro. Pero si no tenemos una estructura y no trabajamos desde ahí, va a ser muy difícil.
-¿Viviste similitudes con lo que pasó en el Mundial de Rusia en esta fase de grupos?
-No. Lo de Rusia era un Mundial y fue diferente. Acá, si bien no se nos daban los resultados, teníamos las cosas bastante claras. Para mí fueron cuestiones muy distintas que no se puede comparar.
-Ahora toca Venezuela que para la Argentina siempre fue un rival accesible aunque el último antecedente no es muy bueno con ese 1-3 en Madrid…
-Es un rival duro. Lo conocemos. Es cierto que no es un lindo antecedente el último, pero esos amistosos sirven de experiencia. Seguramente ahora vamos a tomar las precauciones necesarias.
-¿Qué debe mejorar el equipo de cara al viernes?
-Las presiones tienen que hacerse un poco más intensas para no dejar jugar mucho al rival y que no nos meta en nuestra área. Es algo a corregir. Hay que practicar las coberturas. Y hay que ser inteligentes para encontrar la tranquilidad al momento de tener la pelota. Con la calidad de jugadores que tenemos uno puede pasar la mitad de la cancha y armar una buena cantidad de pases para generar situaciones con mayor tranquilidad y no con un juego tan directo.
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