sábado, 23 de junio de 2018

Argentina celebró la victoria de las “Súper Águilas”



El entrenamiento ya había quedado atrás. La práctica se adelantó una hora y media para poder liberarse a tiempo para ver por TV el duelo de Nigeria-Islandia en Volgogrado.

Ya duchados, los jugadores de la Selección se dispersaron cada uno en su lugar preferido de la concentración de Bronnitsy. Empezaba el partido que le daría la última vida al equipo de Lionel Messi y compañía.

La gran mayoría prefirió refugiarse en la intimidad de su habitación. El ánimo seguía bajo tierra por el mazazo de casi nocaut recibido el jueves ante Croacia.

No hubo quórum para reunirse a ver entre todos un encuentro que podía entregar distintos escenarios para el conjunto sudamericano. Nigeria ganó y le dio el respiro que necesitaba.

El cuerpo técnico también lo atravesó de la misma manera. Cada uno decidió verlo por su cuenta. Jorge Sampaoli se quedó sentado enfrente de un televisor led en la zona de la cocina del búnker albiceleste.

Desde allí, gritó el primero de Nigeria con el puño apretado junto a algunos integrantes que acompañan a la delegación en el Mundial. Como una irónica humorada, de estar en el horno casi cocinado, pasó a asomar la cabeza y saber que dependerá de sí para clasificar a octavos.

Estaba muy golpeado el DT después de la goleada sufrida ante los croatas y este resultado le dio vitaminas.

Mientras el gran living con pantalla gigante era copado en su mayoría por los sparrings, en las habitaciones los futbolistas se comían los dedos en cada jugada.

Hubo algunos que para alivianar tensiones y no caer en el profundo mundo de las ansiedades, prefirieron apagar la televisión y utilizar ese tiempo para hablar con sus familiares.

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