El gran reto pendiente de Lionel Messi, levantar al fin un título con la selección Argentina absoluta, está a solo dos pasos en la Copa América Centenario, en la que deberá superar este martes a Estados Unidos en las semifinales antes de afrontar la final del domingo. Es una espina que tiene clavada. El propio jugador reconoció tras el partido de cuartos que su cabeza está puesta “en levantar la copa” cuando se le preguntó por lo que sentía al igualar a Batistuta como el máximo goleador de su selección, con 54 goles.
Porque los únicos títulos que ha logrado con la Albiceleste han sido el Mundial Sub’20 de Holanda y la medalla de oro olímpica en Pekín 2008 con el equipo sub’23.
Pese a que la estrella del Barcelona lidera un equipo temible en todas las líneas, los fracasos se acumulan en los últimos campeonatos y la selección no le da una alegría a su afición desde que, hace 23 años, conquistó su últimaCopa América en Ecuador. Los argentinos no solo aspiran a cortar dicha sequía de títulos, sino también a redimirse de sus últimos tropiezos, los subcampeonatos del Mundial de Brasil 2014 y de la Copa América de Chile, y así llegar con menos presión a Rusia 2018. Messi no comenzó bien sus participaciones con la absoluta. El 17 de agosto de 2005 saltó desde el banquillo que dirigía José Pekerman y duró en el campo menos de un minuto porque fue expulsado en un partido que les enfrentó a Hungría.
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