San Lorenzo lo tenía controlado, pero en el final apareció Michel Bastos para San Pablo, dándole la ajustada victoria por 1-0 en pleno Morumbí. Así, el Ciclón quedó complicado en el grupo 2 y deberá ganar de local el 1º de abril para seguir con chances.
Ya pasada la euforia vivida en el clásico ante Huracán, San Lorenzo se había instaldo en Brasil para afrontar una dura parada ante San Pablo en pleno Morumbí. Y la excursión por el país vecino parecía positiva para el elenco de Edgardo Bauza, que había remarcado la importancia de no perder ante este rival directo en la pelea por la clasificación a octavos. Se estaba llevando un buen punto, hasta que en el final apareció Michel Bastos para los locales, dándole el 1-0 y los tres puntos.
Si bien no se trató de un baile, el local tuvo las más claras: dos pelotas en el palo (Bastos y Luis Fabiano), un penal de Caruzzo no cobrado y un gol mal anulado por offside de Centurión fueron las jugadas nítidas del elenco paulista, que estaba desesperado en los últimos minutos. Y justo antes de que se se cumplieran los 90 reglamentarios, Bastos apareció en solitario por la derecha para cabecear y darle la victoria a su equipo. Un tanto de oro para los de Muricy Ramalho. Con ese ancho, le alcanzó para el truco... ¿La otra mala? Mauro Cetto terminó expulsado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario