jueves, 6 de marzo de 2014

‘Barras’ atacan a presidentes de clubes argentinos



Presidentes de El Porvenir, de la quinta división del fútbol argentino, y de Chaco For Ever, de tercera división, sufrieron la madrugada ayer violentos ataques frente a sus domicilios perpetrados por 'barrabravas' (hinchas violentos), informaron los damnificados.

Uno de los hechos, en que se incendió un patrullero, ocurrió en el frente de la vivienda de Enrique Merelas, titular de El Porvenir, una antigua entidad del barrio de Gerli, en la insegura periferia sur de Buenos Aires.

El otro ataque se registró en el domicilio de Héctor Gómez, presidente del club Chaco For Ever, de la provincia de Chaco.

El portón de la vivienda de Gómez recibió varios impactos de calibre 22, según constataron los peritos. Se trata de la segunda balacera que recibe el directivo en lo que va del año.

La vivienda de otro presidente, Oscar Ferreyra, de Los Andes de la tercera división, había sido atacada a balazos el 25 de febrero pasado, sin causar víctimas, aunque la dirigente tuvo que confirmar su alejamiento del puesto junto con el resto de la comisión directiva.

“Merelas vas a morir”, es una de las leyendas que habían pintado los 'barrabravas' en los paredones externos de la cancha de El Porvenir.

El mandamás del club declaró haber presentado en los últimos tiempos 53 denuncias judiciales por amenazas y agresiones de grupos internos violentos.

Los hechos de violencia en la entidad se agravaron cuando perdió la categoría y descendió a la quinta división en 2013.

“Me ganaron la batalla, termina el Torneo Argentino A y voy a dar un paso al costado”, dijo a la televisión Gómez y explicó que se trata de “preservar la seguridad de mi familia”.

Gómez admitió que “cuesta mucho erradicar la violencia en el fútbol de Argentina. Uno se acostumbró a vivir estos episodios de violencia, se hace moneda corriente. Yo tengo para escribir un libro con la cantidad de cosas que pasaron, pero muchas no salen a la luz”, dijo.

El dirigente de Chaco asoció la última amenaza a la sanción del Comité Provincial de Seguridad Deportiva (Coprosede), a partir de la cual solo los socios puedan presenciar los partidos cuando el club juega de local.

“Hay un cóctel explosivo perfecto: las drogas, el alcohol y los barrabravas en un estadio de fútbol es algo incontrolable”, aseguró Gómez.

La violencia que no cesa en el fútbol argentino causó 24 muertos entre 2012 y 2013, y la cifra se eleva a 186 en los últimos 40 años, según la organización no gubernamental Salvemos al Fútbol (SAF).

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