Apenas siete minutos disputaron hoy Vélez y San Lorenzo en el estadio José Amalfitani, por la sexta fecha del torneo Clausura, cuando Sergio Pezzotta decidió suspender el encuentro por los disturbios que protagonizaron los simpatizantes del 'ciclón'.
Pero bien podría no haber comenzado el juego, porque ya en el ambiente se respiraba un clima tenso, que anunciaba que ante cualquier desmán el partido no concluiría.
Atentos a las corridas e incidentes entre la policía y la parcialidad local que se sucedieron en la previa, ambas hinchadas se dedicaron a propinar cánticos amenazantes contra sus rivales, más que alentar a su equipo.
Con los jugadores dentro del campo, Pezzotta debió aguardar varios minutos hasta que la barra de Vélez dejó de arrojar cintas de papel cerradas a Pablo Migliore.
Poco ocurrió en el juego, hasta que el árbitro sancionó tiro libre para Vélez, que Maximiliano Morales se dispuso a ejecutar, aunque nunca pudo hacerlo. Es que Migliore acusó un golpe de un elemento contundente sobre su hombro derecho, y Pezzotta interrumpió el juego.
En ese momento, anoticiada de la muerte del hincha que luego fue como identificado como Ramón Aramayo, la barra brava de San Lorenzo descolgó las banderas y comenzó a romper el alambrado.
Demoró más de la cuenta Pezzotta en dar por terminado un encuentro que, por la agresividad que mostraron ambas parcialidades, era un hecho que no podía continuar.
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