Llegó a Brasil hace cuatro semanas con toda la delegación albiceleste, se colocó el brazalete de capitán en cuatro partidos y marcó un gol, de penalti ante Paraguay en la segunda jornada... Pero la Copa América aún está esperando una gran noche de Lionel Messi.
El valor de la instancia, el último paso antes de la final del Maracaná, y la histórica rivalidad futbolística con Brasil, se unen en este partido a una estadística no menor: Messi empatará en ese encuentro a Javier Mascherano como el futbolista argentino con más partidos disputados en la Copa América (26), y en caso de llegar a esta final, se pondría en la cúspide de esa lista.
Messi debutó con la Albiceleste en la Copa América de Venezuela 2007, en el primer partido de grupo contra Estados Unidos, con una victoria 4-1. Fue titular y sustituido en el minuto 79 por Carlos Tévez. También fue titular en el 4-1 a Colombia, y entró como suplente en el 1-0 a Paraguay.
Su primer tanto en esta competición con la selección mayor llegó en cuartos de final, en el 4-0 endosado a Perú en el que anotó el segundo tanto. En semifinales volvió a marcar en el 3-0 a México; y en la final se quedó a cero, como toda la selección argentina, frente a Brasil, que ganó aquel título.
En la siguiente edición, la de 2011 en Argentina, disputó los tres partidos de la fase de grupos sin marcar, y en cuartos de final topó con Uruguay, que se llevó la clasificación en los penaltis tras el empate 1-1. La ‘Pulga’ anotó el primero, pero el fallo de Tévez en el tercero condenó a la anfitriona.
En Chile 2015 marcó de penalti en el primer encuentro (2-2 ante Paraguay) y en cuartos de final volvió a toparse con los penaltis, esta vez ante Colombia y con resolución positiva, ya que tras empate en los cinco primeros lanzamientos, un fallo de Jeison Murillo tras la anotación de Tévez hizo avanzar a la ‘Albiceleste’.
En semifinales, dio tres asistencias en el festín argentino ante Paraguay (6-1); pero en la final contra Chile volvió a toparse con el freno de los penaltis, ya que después de anotar el primero, los fallos de Gonzalo Higuaín y Éver Banega, y los aciertos de los cuatro lanzadores chilenos le dejaron sin la Copa.
Volvió a la carga al año siguiente, en la edición especial del Centenario disputada en Estados Unidos, en la que no pudo disputar por lesión el primer partido, pero retornó con un triplete en la segunda jornada ante Panamá (5-0), marcó también en los cuartos ante Venezuela (4-1) y en semifinales ante Estados Unidos (0-4). Todo parecía preparado para el ansiado título de Messi con la ‘Albiceleste’, pero los penaltis y de nuevo contra Chile, se lo impidieron.
En esta Copa América no estuvo ante Colombia (0-2), frente a Paraguay anotó el penalti (1-1) y en las victorias ante Catar y Venezuela (ambas por 0-2) no fue determinante.
Contra Brasil será algo diferente. La anfitriona tendrá que proponer juego en un escenario, el Mineirao, que le trae a la memoria nefastos recuerdos -el 1-7 ante Alemania en las semifinales del Mundial 2014-, lo que podría generar los espacios que Messi no ha encontrado en esta edición.
EFE
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