Cristian D’Amico, vicepresidente del equipo de fútbol argentino Club Atlético Newell’s Old Boys, y su hijo de diez años salieron ilesos de un tiroteo mientras se dirigían en una camioneta a su casa de las afueras de la ciudad argentina de Rosario.
La persecución, ocurrida en la noche del miércoles, se produjo en el oeste de la ciudad cuando un coche empezó a perseguir la camioneta de D’Amico, que había salido del predio del club infantil de Newell’s, donde su hijo entrenaba.
Tanto el vicepresidente segundo como su hijo no sufrieron heridas tras el suceso, cuando fueron atacados “por los ocupantes de un auto”, que perpetraron “más de diez disparos”.
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