Huracán, que hace poco más de un año militaba en la segunda división de la Liga argentina, comenzará mañana su participación en la Libertadores con la ilusión de ganar su primer título internacional y con la confianza que le otorga el subcampeonato en la Sudamericana.
El equipo de Buenos Aires consiguió, a finales de 2014, el ascenso a la máxima categoría del fútbol local y ganó la Copa Argentina, que clasifica al campeón a la Libertadores.
En esa edición, el Globo eliminó al Alianza Lima en la fase previa, pero luego no se clasificó a los octavos.
Tras la eliminación, el equipo deambuló por los últimos puestos de la tabla de posiciones de la Liga local y, para evitar el descenso, los directivos del club despidieron al entrenador Néstor Apuzzo. Nombraron en su lugar al capitán, Eduardo Domínguez, quien pasó de ser jugador a entrenador de un día a otro.
Bajo su dirección técnica, Huracán logró el objetivo de mantenerse en la máxima categoría y llegó a la final de la Sudamericana de 2015, que perdió por penales.
Comenzará su participación mañana cuando reciba al Caracas venezolano.
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