miércoles, 11 de noviembre de 2015

Argentina: un torneo, 30 equipos, 53 entrenadores y muchas curiosidades

a dos equipos, un defensa que se retiró para dirigir y un club que apostó por un técnico de hockey fueron algunas de las curiosidades de la Liga argentina, que finalizó este lunes y que tuvo 53 entrenadores para 30 equipos.

Aunque todavía restan disputarse los partidos por las liguillas que definirán los clasificados para las copas internacionales, los entrenadores fueron protagonistas del atípico torneo argentino de 30 equipos.

Uno de los casos más curiosos fue el de Reinaldo Merlo, quien asumió en Colón de Santa Fe a fines de 2014 y fue despedido cuando solo se había disputado una fecha, en la que el ´Sabalero´ perdió 2-0 ante San Lorenzo de Almagro.

Gustavo Tognarelli (Atlético de Rafaela), Javier Salinas (Crucero del Norte), Nelson Vivas (Estudiantes de La Plata), Carlos Picerni (Newell´s Old Boys) y Alejandro Giuntini (Olimpo) también dirigieron solo un partido, pero como entrenadores interinos mientras sus respectivos clubes buscaban técnico.

Por su parte, Daniel Oldrá arrancó la temporada en Godoy Cruz y a partir de la decimoquinta fecha fue sustituido por Gabriel Heinze, quien no había finalizado el curso de entrenador y tuvo que dirigir dando indicaciones por teléfono desde las gradas.

Sin embargo, los dirigentes despidieron a Heinze tras la vigésima sexta fecha por los malos resultados y en su lugar nombraron, nuevamente, a Oldrá.

Defensa y Justicia apostó en un principio por Darío Franco, después por José Flores y luego decidió contratar a Ariel Holan, un entrenador de hockey sobre césped que incluso ganó una medalla de bronce en ese deporte dirigiendo a la selección femenina de Uruguay en los Juegos Panamericanos de 2003.

Holan había sido ayudante de campo de distintos equipos de fútbol argentinos hasta que este año los dirigentes del ´Halcón´ le dieron la gran oportunidad.

El entrenador les retribuyó cumpliendo el objetivo del club en la temporada: mantenerse en la primera división.

Otro caso llamativo fue el de Eduardo Domínguez, quien arrancó como defensa titular y capitán de Huracán, pero luego, tras la salida de Néstor Apuzzo, decidió colgar los botines y pasarse del otro lado de la línea para dirigir al ´Globo´.

Mauricio Pellegrino, actual entrenador de Independiente, fue el técnico de Estudiantes de La Plata desde la primera hasta la novena fecha, y luego se hizo cargo del ´Rojo´ desde la decimosexta jornada.

Aldosivi, Argentinos Juniors, Belgrano, Boca Juniors, Gimnasia Esgrima La Plata, Lanús, Racing Club, River Plate, Rosario Central, San Lorenzo, San Martín de San Juan, Sarmiento, Temperley, Tigre, Unión de Santa Fe y Vélez Sarsfield fueron los equipos dirigidos por un solo entrenador a lo largo de la temporada.

Banfield, Huracán, Godoy Cruz y Quilmes fueron dirigidos por dos, mientras que Arsenal, Atlético de Rafaela, Colón de Santa Fe, Crucero del Norte, Defensa y Justicia, Estudiantes de La Plata, Independiente, Newell´s Old Boys, Nueva Chicago y Olimpo tuvieron tres entrenadores distintos a lo largo del certamen.

Incluso, Néstor Gorosito (Argentinos Juniors), Leonardo Astrada (Atlético de Rafaela), Miguel Ángel Russo (Vélez Sarsfield), Diego Cocca (Racing Club) y Edgardo Bauza (San Lorenzo) ya anunciaron que no continuarán al frente de sus respectivos equipos la próxima temporada.

Los casos de Cocca y Bauza también llaman la atención ya que abandonan sus clubes tras exitosas campañas.

Cocca ganó con la ´Academia´ el campeonato local en 2014, cortando así una sequía de trece años sin títulos para el club, mientras que esta temporada Racing finalizó cuarto y accedió a la liguilla prelibertadores.

Bauza ganó en 2014 la primera Copa Libertadores de San Lorenzo, que este año finalizó segundo, a tres puntos del campeón, Boca Juniors, y se clasificó de manera directa a la próxima edición de ese torneo continental.

Esta única edición de un torneo largo en Argentina, donde solía haber dos torneos cortos por año que serán retomados en 2016, parece no haber servido para desdramatizar las derrotas ni para sostener proyectos a mediano o largo plazo.

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