Aunque la pelota recién comenzará a rodar el 10 de diciembre, ya se respira clima mundialista al pisar el aeropuerto Mohammed V de Casablanca, en Marruecos. En sus paredes, se ven las gráficas del torneo. Entre los rocosos médanos y el tono casi monocromático de sus construcciones -todas en torno a la gama de los rojizos, salmón y anaranjados-, ayer San Lorenzo comenzó a jugar el Mundial en Marrakech, la ciudad sede del torneo de clubes más importante del mundo.
A dos horas y media de Casablanca se encuentra esta cálida Marrakech, con edificaciones con un toque árabe clásico. Es la sede del Mundial y el lugar donde San Lorenzo (debutará el 17 de diciembre y jugará sus dos partidos aquí) y el Real Madrid (se estrenará un día antes en Rabat) pueden llegar a jugar en las semifinales. Hay candidatos conocidos, otros ignotos y dos que ni siquiera están definidos.
La primera instancia de eliminación (especie de octavos de final) la jugarán Auckland City de Australia (campeón de Oceanía) y el Moghreb Athletic Tetouan, ganador de la liga de Marruecos 2013-2014.
Lo que se sorteará será la ubicación de los tres equipos que arrancan en cuartos de final. Allí, al ganador de la primera eliminatoria entre asiáticos y marroquíes, se les sumarán el Cruz Azul, campeón de Champions de la CONCACAF; y los ganadores del torneo que lleva el mismo nombre en Asia y Africa. Hay cuatro equipos para esos dos lugares. El 31 de octubre, los africanos AS Vita (Congo) y ES Sétif (Argelia) definirán un cupo. El 1 de noviembre Western Sydney Wanderers (Australia) y Al Hilal (Arabia Saudita) decidirán el otro.
A diferencia de lo que se podría suponer, Edgardo Bauza pretende que en la llave de San Lorenzo aparezca Cruz Azul, a priori el más fuerte de los posibles rivales. Están convencidos de que es la mejor manera de no relajarse ante un adversario menor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario